Pues sí...
Si te están pagando, tenés que entregar.
Sin embargo, el tema no es quién paga y qué pide.
Sino, quién vende y por qué te contratan.
Si te gusta considerarte un “mariachi” que cumple con peticiones musicales, cool.
Seguí aprendiendo canciones de otros y seguí tocando lo que ofrecés.
Ahora, si estás harto de ser un tomador de órdenes más, empezá a crear tu propio arte.
Así, y solo así, te pagarán por tu singular y valiosa perspectiva.
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