Encontrando una cura para la fiebre amarilla con ViralCure.org

La fiebre amarilla es una enfermedad bastante común en zonas tropicales de Sudamérica y África. Puede ser mortal para las personas no vacunadas y sigue siendo una amenaza para quienes viven en zonas endémicas.

La vacunación es la medida preventiva más importante (si no la única) contra esta enfermedad. La vacuna es segura, muy eficaz y una sola dosis es suficiente para otorgar inmunidad y protección de por vida. Pero es escasa en zonas desfavorecidas.

De hecho, esta enfermedad afecta principalmente a países en desarrollo. Con recursos económicos reducidos, sus Estados tienen magros presupuestos dedicados a la  investigación científica. O bien, la investigación biomédica está atada a las necesidades y agendas de las empresas farmacéuticas y laboratorios.

Sin embargo, tanto las investigaciones para encontrar la vacuna contra la fiebre amarilla, como aquellas que hoy intentan encontrar el tratamiento, no han sido solventadas por organismos tradicionales de financiamiento.

Más bien, la investigación para encontrar la vacuna en el siglo XX fue principalmente financiada por la Fundación Rockefeller. Y hoy, los esfuerzos encaminados a encontrar el tratamiento son llevados a cabo por científicos con métodos de crowdfunding basados en DeFi y blockchain.

Financiamiento de la investigación para la vacuna

Los primeros intentos de desarrollar una vacuna contra la fiebre amarilla surgieron luego de la apertura del Canal de Panamá en 1912, que aumentó la exposición global a la enfermedad. El bacteriólogo japonés Hideyo Noguchi dirigió las investigaciones de la Fundación Rockefeller en Ecuador. Estas dieron como resultado una vacuna basada en su teoría de que la enfermedad fue causada por una bacteria leptospira. No obstante otros investigadores no pudieron replicar sus resultados y la vacuna fue finalmente abandonada.

Otro intento se desarrolló a partir de la "cepa francesa" del virus. Esta vacuna se administró en combinación para producir también inmunidad contra la viruela, pero demostró complicaciones sistémicas y neurológicas graves en algunos casos. Este segundo intento también fracasó.

Los científicos de la Fundación Rockefeller desarrollaron otra vacuna derivada del suero de un africano llamado Asibi en 1927, el primer aislamiento del virus en un humano.​ Era más segura pero su producción era muy cara. Por lo que no fue administrada masivamente.

No fue hasta 1937, cuando Max Theiler, un virólogo sudafricano también perteneciente a la Fundación Rockefeller, inició una investigación para mejorar la vacuna existente.

Descubrió una cepa muy eficaz denominada 17D. Con esta cepa pudieron fabricar una nueva vacuna. Después de ensayos clínicos en Brasil, más de un millón de personas fueron vacunadas en 1939, sin complicaciones graves.

Theiler recibió el Premio Nobel de Medicina de 1951. Y esta es la vacuna que nos damos en la actualidad contra la fiebre amarilla.

Decentralized Science trabaja en la búsqueda de un tratamiento

No hay tratamiento específico para el virus de la fiebre amarilla, solamente una vacuna preventiva. La enfermedad puede ser mortal para quienes no hayan sido vacunados y la contraigan. La búsqueda de un tratamiento podría salvar miles de vidas.

Tanto es así, que en países donde hay poca vacunación, la Organización Mundial de la Salud estima que el virus es responsable de la muerte de 60.000 personas al año en todo el mundo.

En mayo de 2022 Mabloc, una startup de biotecnología, anunció un nuevo tratamiento experimental para la fiebre amarilla. El descubrimiento fue el resultado del trabajo conjunto entre científicos de la Universidad de San Pablo y la Universidad Washington. Ambas instituciones son referentes mundiales en estudios con anticuerpos monoclonales (moléculas artificiales producidas para defender al organismo).

Si bien el tratamiento se encuentra en fase de prueba experimental, los investigadores del Laboratorio de Biotecnología de Mabloc se muestran confiados en el desarrollo de un tratamiento definitivo y seguro. Hasta ahora, los anticuerpos utilizados fueron capaces de contener el virus y todos los animales en los que ha sido probado (hamsters y monos) sobrevivieron. Los responsables del estudio aseguran que es posible comenzar una etapa de ensayos clínicos en humanos.

Para el financiamiento de esta investigación Mabloc Biotech utilizó mecanismos descentralizados para la recaudación de fondos a través de tokens digitales. Es decir, mecanismos de Decentralized Science que permiten que la investigación se desarrolle lo más libre de intereses económicos posible. Mabloc se vale de ViralCure.org como plataforma para impulsar estas campañas de recaudación.

Se inaugura de esta forma un futuro prometedor para el financiamiento científico. Para los investigadores que participaron del trabajo, a través de Decentralized Science, muchos otros tratamientos podrían llegar a las grandes mayorías de manera más rápida, equitativa y democrática.

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