DeSci 101: ¿Cómo funciona el financiamiento de la ciencia? (Y cómo reconquistarlo)

Okey, imaginemos que finalmente un estudiante tiene ese máster en biotecnología con el que viene soñando desde que era un pequeño niño o niña que amaba los experimentos de la escuela. Ahora es tiempo de darle a la humanidad el descubrimiento del siglo: nuestro estudiante sabe que hay una pequeña grieta en los fundamentos de su campo y quiere arreglarlo. Solo queda un problema: dinero. 

Pero la información de las becas es de difícil acceso, poco clara, y de repente uno nota que la mayoría del financiamiento es dirigido hacia ciencia aplicada y desarrollos tecnológicos (y no su pequeña pero importante grieta en la ciencia básica). Las subvenciones son pocas y la competencia es extremadamente estresante. Además, detrás de proyectos financiados por grandes compañías, se halla la presión de tener un cierto sesgo en beneficio de las actividades de la corporación.

¿Cómo podemos lidiar con esta situación? Buscar financiación a menudo parece requerir un máster extra. Y esto no tiene que ser un campo de investigación. Podemos hacerlo más justo y más simple. La Ciencia Descentralizada (“De-Sci” por sus siglas en inglés) propone un giro de ciento ochenta grados en la manera en la que financiamos y hacemos ciencia.

Cómo funciona el financiamiento tradicional de la ciencia

Bueno, nuestro científico se acerca a una compañía para ofrecer su importante investigación acerca de ese quiebre crítico en la teoría biológica. Algún gerente acepta tener una reunión y la primera pregunta es: “¿Cómo puede esto ayudarnos a hacer más dinero?”.

Parece que existe un mito en las grandes esferas político-económicas que reza que la buena ciencia solo es aquella orientada a productos. Es entendible, pero no es suficiente. El financiamiento científico en los Estados Unidos se distribuye entre organizaciones públicas y privadas, sobre todo entidades del Gobierno y corporaciones. La mayoría de las inversiones totales son hechas por el segundo grupo. De acuerdo con la American Association for the Advancement of Science (AAAS), el sector privado contribuyó tres veces la cantidad del Estado. También, la mayoría de la ayuda financiera (un 63%) va hacia el desarrollo experimental de productos al tiempo que solo un 17% va hacia la ciencia básica (ese es el tipo de investigación con el propósito del conocimiento puro y es la base de la ciencia aplicada).

¿Qué va a hacer la comunidad científica cuando la ciencia básica alcance un punto crítico? Quizás, la ciencia aplicada se estancaría y la economía podría sufrir. La ciencia básica es como construir infraestructura:  quizás no sea rentable en el corto plazo, pero es una inversión importantísima. Todos tenemos que ser parte de ella. 

Entonces, ni el financiamiento público ni el privado están realmente al tanto de las verdaderas necesidades de la investigación científica. Hay un montón de aspectos, métodos, nuevas técnicas y hechos ignorados que necesitan ser analizados y añadidos al conocimiento general. Como sociedad, necesitamos confiar en la inventiva e iniciativa de nuestros científicos. Sin creatividad, nunca vamos a crecer (en un sentido más profundo que solo el económico).

El dinero es poder. Y llama por más dinero. Por eso es que los resultados requeridos están relacionados con la ganancia inmediata, y los peces gordos (las “ballenas”) ahora mismo están tomando las decisiones principales.

La sombra del sesgo

Definitivamente, esta es la parte más delicada de este texto. ¿Sabías cuáles organizaciones llevan a cabo la mayoría de las investigaciones médicas? Las farmacéuticas (casi un 75% de todos los estudios). Imaginemos que sos un especialista en biotecnología y “Buenas Medicinas Company” te contrata para “probar que nuestro nuevo analgésico no tiene efectos secundarios importantes”. Bueno, quizás sea cierto, pero vos tenés la sutil presión de ser considerado con la mano que alimenta tu investigación.

Además, incluso si una investigación tiene un sesgo severo, puede tomar mucho tiempo lograr la contrastación necesaria para develarlo. Pensemos en estudios engañosos que involucran productos que afectan a la salud pública. ¿Cuánta gente puede ser dañada por sustancias que no fueron testeadas de manera apropiada? No estamos diciendo que todos los resultados financiados por las grandes compañías sean maliciosos, pero podemos hacernos algunas preguntas cautelosas.

Opacidad S.A.

La investigación de financiación privada es pública y está disponible para ser contrastada y revisada por otros científicos. Pero hay serios problemas con las patentes, y la divulgación de los resultados no son necesariamente una prioridad sino el efecto de esos resultados en la vida de la compañía. Los detalles de los procesos y los intereses en juego no están siempre disponibles para toda la comunidad. 

La ciencia independiente es más justa y puede salvar vidas (por ejemplo, en el caso de un estudio engañoso que involucre una sustancia peligrosa). Y, como sociedad, merecemos más independencia en la investigación científica, pero para alcanzarla, tenemos que cambiar nuestra perspectiva acerca del sistema actual de jerarquías e intereses poco democráticos.

De-Sci by De-Fi

Podemos pensar en nuestro actual sistema de financiamiento científico en términos de unos pocos actores con intereses poco democráticos. Esos actores tienen una jerarquía formal o informal sobre la población y la comunidad científica, en cuando son ellos los que deciden en qué orientamos la investigación, qué métodos usamos, los plazos involucrados y a veces incluso la tendencia de los resultados de los estudios.

Podemos pensar en la ciencia actual como una galaxia con un clúster más grande de estrellas en el centro. Pero la ciencia puede beneficiarse de otra dinámica social: la descentralización.

La imagen de la galaxia no representa la verdadera sociedad. La sociedad está compuesta por todos nosotros: un grupo de personas iguales con intereses en común más que los personales. Todos necesitamos mejor comida, medicinas y energía más segura, por ejemplo.

¿Por qué dejarle esos problemas al clúster de estrellas?

El dinero es poder, por ende, ¿qué pasaría si el poder es devuelto a la gente?

¿Qué pasaría si tuviéramos un sistema financiero que refleje a la verdadera comunidad?

El poder de la DAO

Una Organización Autónoma Descentralizada (DAO, por sus siglas en inglés) es una nueva forma de organizar el trabajo social usando software blockchain que actúa como un contrato (por eso se los llama “smart contracts”).

¿Cómo funciona? Básicamente, todos los participantes tienen un voto o una cierta cantidad de votos para tomar una decisión en una plataforma. Este mecanismo básico le permite a un montón de personas tener la coordinación necesaria para tomar decisiones complejas. Son digitales y tienen la transparencia de la nueva tecnología cripto. Este nuevo enfoque tiene el espíritu de una comunidad. Bitcoin y Ethereum pueden pensarse como un grupo de personas que debaten y deciden sobre las próximas actualizaciones y funcionalidades. Además, la información de la DAO no puede ser falsificada por ningún agente porque todos tienen una copia de la memoria (un nodo). Todos tenemos la posibilidad y responsabilidad de ser los guardianes de la democracia de la DAO.

Esta filosofía descentralizada lleva a la ciencia descentralizada, una nueva dinámica social en la que el financiamiento de la investigación no es realizado solo por el clúster central de estrellas en la galaxia sino por todas las personas que participan, de manera distribuida. Una DAO puede ser la infraestructura perfecta para debatir y decidir con eficiencia y transparencia.

De hecho, todos ya estamos pagando por ciencia, indirectamente, por medio de impuestos que van a las subvenciones públicas y comprando productos de las compañías que financian estudios. Por eso, el siguiente paso no es empezar a financiar la ciencia sino participar en su planificación y el apoyo de los proyectos científicos más relevantes. El financiamiento de la investigación científica solo necesita ser democratizada por todos nosotros.

Investigación orientada a la ganancia vs. orientada a la humanidad

Como ya vimos, el dinero para las investigaciones tiene una fuerte tendencia a irse para proyectos orientados a la rentabilidad. ¿Qué significa esto? Que los estudios científicos que no tienen efectos inmediatos en la innovación técnica o el desarrollo tienen menos posibilidades de ser financiados, aunque su importancia sea crucial. Por ejemplo, el estudio de las fuerzas fundamentales en Física, o la investigación sobre química orgánica elemental, o incluso algún campo de Humanidades como la gramática puede conducir hacia nuevas perspectivas que tienen consecuencias exponenciales. La dificultad operativa de la financiación tradicional es la falta de coordinación de los esfuerzos particulares para alcanzar el desarrollo a largo plazo. Si todos los actores ponen su dinero en objetivos de corto plazo, ¿quién va a estudiar las cuestiones de largo plazo sin rentabilidades inmediatas? Nosotros, la gente,  no necesitamos dividendos, necesitamos reorientar las actividades científicas hacia nuestras necesidades.

Además, a veces necesitamos un tipo de innovación que recibe poco o ningún apoyo financiero. Por ejemplo, medicinas para enfermedades raras o simplemente cosas que son desdeñadas injustamente. Como comunidad y coordinando en una plataforma DAO, podemos volver la investigación orientada a la ganancia una orientada a la humanidad.

Transparencia para todos

No solo podemos tener el control del financiamiento, sino también de la información. La transparencia es uno de los principales fundamentos de la DAO. Su diseño es a prueba de falsificaciones y el acceso a los datos está abierto a todos los participantes de la plataforma. Imagina que financiaste un estudio científico sobre los músculos de los ojos y tenés curiosidad sobre qué clase de parámetros están usando los científicos. Solo tenés que ir a la documentación pública y chequear la metodología en uso. Además, podés usar esa información para comparar proyectos similares y decidir cuál preferís financiar. Y siempre recuerda: el conocimiento es poder, y podemos tenerlo de vuelta.


Este contenido fue creado en conjunto con el equipo de ViralCure. Descubrí cómo están reimaginando el financiamiento de la ciencia en ViralCure.org

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