Democracia Líquida: la Nueva Participación Ciudadana de la Era de Internet

Una introducción a la democracia líquida, tecnología clave para el futuro de la participación política…

Este artículo es una versión traducida y adaptada del texto Liquid Democracy: True Democracy for the 21st Century publicado por Dominik Schiener.

La Democracia Líquida, un subconjunto de la Democracia Delegativa, es un potente modelo de votación para la toma de decisiones colectivas en grandes comunidades.

La Democracia Líquida combina las ventajas de la Democracia Directa y la Democracia Representativa, y crea un sistema de votación verdaderamente democrático que empodera a los votantes ya sea a votar directamente en las decisiones, o a delegar el poder de voto en una parte de confianza.

A través de la delegación, las personas con un conocimiento específico tienen la posibilidad de tener más influencia sobre el resultado de las decisiones, lo que a su vez conduce a un mejor gobierno.

Por esto, la Democracia Líquida naturalmente evoluciona en una meritocracia, donde las decisiones son principalmente tomadas por los que tienen el tipo de conocimiento y experiencia necesarios para tomar decisiones bien informadas sobre cada tema.

La Democracia Líquida tiene potencial, no solo para ser el fundamento en la toma de decisiones en comunidades virtuales, sino también en comunidades locales e incluso gobiernos enteros.

¿Cuál es el Problema con la Democracia Hoy?

Aunque hay muchas formas diferentes de democracia, las únicas que están en uso actualmente son la democracia directa y la democracia representativa.

Democracia directa

Los votantes están directamente involucrados en la toma de decisiones y expresan sus opiniones votando continuamente sobre los temas. Las democracias directas ofrecen a los ciudadanos un control total, responsabilidad e igualdad.

Desafortunadamente, las democracias directas no escalan, principalmente debido a la ignorancia racional y el desinterés, debido a la creciente lista de temas que requieren la atención de los votantes a medida que la comunidad crece.

Llegado cierto punto, se vuelve impracticable para los votantes mantenerse informados sobre todos los temas, ya que carecen del tiempo, el deseo o el conocimiento. Esto a su vez lleva a una alta abstención y baja satisfacción. Las democracias directas, en sus formas más puras, no son viables en comunidades grandes.

Democracia representativa

La forma más común de democracia involucra entregar nuestro derecho a voto a representantes que actúen en nuestro nombre para tomar decisiones.

Los representantes típicamente son (o, al menos, eso esperamos) expertos en algún dominio que están dispuestos a representar el interés de la comunidad en un cuerpo de gobierno (por ejemplo, el parlamento). Las democracias representativas tienen mayor facilidad para funcionar a gran escala, pero fallan en servir al interés de los ciudadanos.

Hay tres grandes problemas en la democracia representativa:

- Los ciudadanos están limitados a votar representantes entre un conjunto restringido de candidatos que, con frecuencia, no representan la ideología o intereses del votante. La mayor parte del tiempo, los votantes deben renunciar a sus preferencias personales y votar por el candidato que tenga mayores probabilidades de ser elegido.

Esto deja fuera a las minorías, que pierden la oportunidad de tener un representante que represente sus opiniones dentro del gobierno. Esta es una de las principales razones por las que las nuevas generaciones están desinteresadas por la política. Si eres joven y nada representa tus opiniones, la única alternativa es protestar y no ir a votar.

- Los representantes solo son levemente responsables por sus acciones durante su tiempo en el gobierno. Las promesas hechas durante la campaña no necesariamente tienen que cumplirse y solo son un anzuelo para atraer votantes.

Esto lleva a un “ciclo electoral” donde los representantes electos intentan convencer a los votantes de su competencia antes de una elección presentando propuestas que sean vistas favorablemente por la comunidad (pero que probablemente no serán implementadas).

- La democracia representativa puede conducir a corrupción debido a una fuerte concentración de poder. Cuando no hay sentido de la responsabilidad hacia los votantes, actuar en el interés del mejor pagador es más fácil que actuar en el interés de la población.

Además de estas fallas obvias, una falla menos obvia es el hecho de que la elección y el proceso de votación son completamente obsoletos y no responden a la tecnología disponible actualmente. En lugar emitir su voto de manera segura y conveniente por Internet, los votantes tienen que desplazarse a lugares lejanos para hacerlo con una boleta de papel.

Esto pone una carga innecesaria sobre los votantes, que puede resultar en que sencillamente no se tomen el esfuerzo de votar [1].

Irónicamente, esto es exactamente lo que la democracia trata de evitar. La opinión de todos cuenta y debería ser incluida en el proceso de toma de decisiones colectivas. Pero las barreras de votación impiden que esto ocurra realmente.

¿Qué Es La Democracia Líquida?

La democracia líquida es una nueva forma de toma de decisiones colectivas que da a los votantes un control total. Los votantes pueden votar directamente sobre los temas o delegar su voto en otros para que voten en su nombre. La delegación puede ser específica por dominio, lo que significa que los votantes pueden delegar su poder de voto a diferentes expertos en diferentes temas.

En la democracia directa, los participantes deben votar personalmente en todos los temas; en la democracia representativa, deben votar por representantes una vez por ciclo de elección y luego esperar al siguiente ciclo.

La delegación es un signo de confianza. Un votante confía en un delegado para que lo represente en ciertas decisiones. Si esta confianza es violada (por ejemplo, porque el delegado se corrompió), el votante simplemente puede revocar la delegación de su voto y votar personalmente, o delegar su voto en otra persona. Esta noción de confianza provisoria es importante para crear un sentido de responsabilidad en los delegados.

Una propiedad muy importante de la democracia líquida es la transitividad. La delegación es transitiva. Esto significa que los delegados también pueden delegar sus votos a otros delegados para que voten en su nombre por todos los votantes que les delegaron su voto previamente. Esta transitividad asegura que los expertos puedan delegar la confianza que acumularon en otros delegados, en temas en los que estos tengan más conocimiento.

(…)

Con este sistema, es más probable que los expertos puedan influir positivamente en las votaciones, lo que conduce a mejores resultados.

En este ejemplo, en total hay 6 votantes, 3 de los cuales tomaron la responsabilidad de ser delegados. Hay 3 tipos de temas (y 3 áreas de especialidad): política fiscal, política monetaria y política ambiental.

Cada uno de los 6 votantes delegó su voto de alguna forma u otra, excepto por el delegado mayor, que votó de manera independiente en todos los temas (debe ser un verdadero experto). El votante B delegó todos sus votos, ya sea porque está demasiado ocupado, desinteresado o no tiene suficiente conocimiento sobre los temas.

En general, la democracia líquida solo es levemente más compleja que la democracia directa o representativa. Pero las ventajas que ofrece más que compensan el aprendizaje inicial.

Democracia Líquida: ¿Por Qué?

La democracia líquida es verdaderamente democrática.

Los votantes tienen la opción de votar personalmente o delegar su voto. Esto contrasta con las democracias que existen hoy, donde tienen que votar siempre ellos mismos, o votar por un representante una vez cada varios años.

En estos modelos, los votantes están desbordados por la cantidad de trabajo necesario para participar, o no están lo suficientemente incluidos en las decisiones del gobierno.

La democracia líquida da a los votantes la libertad de decidir su nivel de involucramiento, y pueden cambiarlo en todo momento. Esto significa que la toma de decisiones está en las manos de la población.

La democracia líquida tiene bajas barreras de entrada.

El requisito mínimo para ser un delegado es tener la confianza de otros. Casi cualquiera que desee asumir esta responsabilidad puede convertirse en delegado.

El debate se vuelve más vívido, con mayor diversidad de ideas y puntos de vista. Gracias a esto, es probable que el resultado de las decisiones satisfaga a una mayor parte de la población y lleve a un mejor gobierno del país.

La democracia líquida es cooperación, en lugar de competencia.

En las democracias representativas, la competencia política está dominada por grandes gastos de campaña, y continuas mentiras para ganar votantes. Los candidatos ponen más esfuerzo en atacar a la competencia que en concentrarse en su programa político.

El lema de la democracia actual es: gana y sé elegido, o pierde todo.

En la democracia líquida, esta competencia por ser un representante no funciona así. En su lugar, los delegados compiten sobre la base de ganar la confianza de los votantes, lo que solo puede lograrse a través de esfuerzos continuos y la prueba de las habilidades de uno. Lo que importa son sus méritos y su capacidad para mejorar la comunidad.

La democracia líquida crea responsabilidad.

La delegación es un signo de confianza. Si esta confianza se rompe, un votante puede encontrar inmediatamente otro delegado o votar él mismo. Esta confianza provisoria crea un sentido de responsabilidad en los delegados, porque podrían perder su poder de voto delegado en cualquier momento.

Por esto, es más probable que los delegados voten honestamente y a favor de los intereses de la comunidad, que a favor de sus propios deseos egoístas.

La democracia líquida permite una representación directa de las minorías.

Como hay una barrera de entrada más baja, las minorías tienen mayor facilidad para ser representadas en el gobierno. La democracia líquida permite una mejor representación de la estructura de la sociedad en la toma de decisiones.

La democracia líquida lleva a mejores decisiones.

La democracia líquida permite desarrollar una red de expertos que realizan decisiones informadas sobre sus temas de especialidad. Esto lleva, en promedio, a mejores decisiones. Eventualmente, la democracia líquida evoluciona en una meritocracia donde los que tienen más conocimiento toman las decisiones en su área de especialidad.

La democracia líquida es escalable.

Hoy en día, la gente está demasiado ocupada para mantenerse informada de la política. Además, la cantidad de decisiones a tomar crece continuamente. Por otro lado, la sociedad está cada vez más especializada y hay muy pocos que están bien informados sobre diferentes temas.

A través de la delegación, la toma de decisiones se pone en manos de expertos bien informados que están dispuestos a dedicar su tiempo y conocimiento a un mejor gobierno de la comunidad.

La Democracia Líquida, Hoy

El principal motivo por el que la democracia líquida no ha sido utilizada en práctica es por barreras técnicas. Las democracias líquidas requieren una infraestructura técnica subyacente que permite a los participantes emitir y delegar sus votos.

Esto solo se hizo posible en los últimos años, gracias a Internet y los avances en criptografía.

Además de las barreras técnicas, el principal obstáculo actualmente es la educación. Solo un pequeño número de personas escucharon hablar de democracia líquida.

Por eso, para implementar democracia líquida en grandes comunidades, debe realizarse mucho más esfuerzo en educar a los ciudadanos sobre sus ventajas y posibilidades.

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