Esta es una versión traducida y adaptada del texto “Decentralized Society: Finding Web3’s Soul” publicado por Glen Weyl, Puja Ohlaver y Vitalik Buterin en mayo de 2022.
Abstract
Actualmente, la Web3 se centra en activos transferibles y financializados en lugar de la codificación de relaciones sociales basadas en la confianza. Sin embargo, muchas actividades económicas - como los préstamos sin garantía y la construcción de marcas personales - están construidas sobre relaciones persistentes y no transferibles.
En este artículo, ilustraremos cómo tokens “soulbound” (SBTs) no transferibles que representan los compromisos, credenciales y afiliaciones de “almas” pueden utilizarse para codificar las redes de confianza de la economía real para establecer trazabilidad y reputación. Más importante, las SBTs habilitan otras ambiciosas aplicaciones como la recuperación de wallets comunitarias, sistemas de gobierno resistente a ataques sybil, mecanismos para descentralización y nuevos mercados con derechos compartidos y descomponibles.
Llamamos a este ecosistema más rico y pluralista “Sociedad Descentralizada” (DeSoc) - una socialidad codeterminada donde las Almas y las comunidades se unen de abajo hacia arriba como propiedades emergentes para cocrear redes plurales de bienes e inteligencia a diferentes escalas. Una clave para esta socialidad son los derechos de propiedad descomponibles y los mecanismos de gobernanza potenciados (como financiamiento cuadrático descontado por puntajes de correlación) que recompensan la confianza y la cooperación mientras que protegen a las redes de la captura, la extracción y la dominación. Con esta socialidad aumentada, la Web3 puede avanzar desde el estado de híper financialización actual hacia un futuro más transformador y pluralista con retornos crecientes a través de la distancia social.
La Web3 sorprendió al mundo a través de la creación de un sistema financiero paralelo de enorme flexibilidad y creatividad en menos de una década. Primitivas criptográficas y económicas como la criptografía de llave pública, los smart contracts, el Proof of Work y el Proof of Stake construyeron un ecosistema sofisticado y abierto para expresar transacciones financieras.
Sin embargo, el valor económico es generado por los humanos y por sus relaciones. Como la Web3 carece de primitivas para representar esa identidad social, se ha vuelto fundamentalmente dependiente de las estructuras centralizadas de la Web2 que busca trascender, replicando sus limitaciones.
Algunos ejemplos de esas dependencias son los siguientes:
Además, la ausencia de una identidad nativa de la Web3 hace que el sistema de DeFi actual sea incapaz de gestionar actividades comunes y corrientes de la economía real como préstamos sin garantía o incluso contratos sencillos como el alquiler de un departamento.
En este artículo, ilustraremos cómo incluso pequeños pasos incrementales en la dirección de representar la identidad social a través de tokens soulbound puede ayudar a superar estas limitaciones y permitir al ecosistema regenerar a los mercados con sus relaciones humanas en un contexto nativo de Web3.
Además, explicaremos cómo la identidad social de la Web3 con una composabilidad social rica podría generar un gran progreso hacia la solución de problemas de largo plazo de la Web3 como la concentración de la riqueza y la vulnerabilidad de la gobernanza a ataques financieros mientras se libera una explosión cámbrica de innovadoras aplicaciones políticas, económicas y sociales.
Nos referiremos a estos casos de uso y al ecosistema más rico que habilitan como “Sociedad Descentralizada” (DeSoc).
Comenzaremos explicando las primitivas de DeSoc, centralizadas alrededor de cuentas (o wallets) que tienen tokens “soulbound” no transferibles (SBTs) como la representación de compromisos, credenciales y afiliaciones. Esos tokens son como un CV extendido y son emitidos por otras wallets que certifican esas relaciones sociales. Luego, describiremos un “camino” para crear aplicaciones crecientemente ambiciosas que podrían incluir:
Esta descripción culmina con una visión de DeSoc -una socialidad codeterminada donde las Almas y las comunidades se reúnen de abajo hacia arriba, como propiedades emergentes para cocrear una red plural de bienes, incluyendo inteligencias plurales a un rango de escalas sociales.
Finalmente, responderemos a una serie de objeciones y preocupaciones, y ofreceremos algunas comparaciones con otros paradigmas familiares del espacio de la Web3, aceptando que nuestra visión es sólo un primer paso aunque también un avance en dirección de la programabilidad de la privacidad y de la comunicación.
Por último, consideraremos algunos caminos técnicos para avanzar hacia la visión que imaginamos.
Construyendo sobre esto miramos más hacia adelante, más filosóficamente, al potencial del DeSoc a redirigir la Web3 hacia un camino más profundo, legítimo y transformador.
Nuestra primitiva fundamental son las cuentas, o wallets, que tienen tokens públicamente visibles y no transferibles (pero posiblemente revocables por el usuario). Nos referimos a las cuentas como “Almas” y a los tokens asociados a esas cuentas como “Soulbound Tokens” (SBTs).
A pesar de nuestro profundo interés en la privacidad, inicialmente asumiremos que esos tokens son públicos. Para una prueba de concepto, esto es más fácil de realizar, incluso aunque nos limite a un subconjunto de tokens que los usuarios estén dispuestos a compartir públicamente. Más adelante en el artículo, introduciremos el concepto de “privacidad programable” para casos de uso más sofisticados.
Imagina un mundo donde la mayoría de los participantes tienen Almas que almacenan SBTs correspondientes a una serie de afiliaciones, membresías y credenciales. Por ejemplo, uno podría tener un Alma con SBTs que representan credenciales educativas, el historial de empleo o hashes de sus textos u obras de arte.
En su forma más simple, estos SBTs podrían ser “auto certificados” de manera similar a cómo compartimos información sobre nosotros en nuestros CVs. Pero el verdadero poder de este mecanismo emerge cuando los SBTs de un Alma son emitidos (o atestados) por otras Almas que son las contrapartes a esas relaciones. Esas Almas contrapartes podrían ser individuos, compañías o instituciones.
Por ejemplo, la Fundación Ethereum podría ser un Alma que emita SBTs a almas que participaron en una conferencia de desarrolladores. Una universidad podría ser un Alma que emite SBTs a graduados. Un estadio podría ser un Alma que emite SBTs a fans de los Dodgers.
No hay un requisito de que un Alma esté conectada a un nombre legal ni de asegurar que haya “un Alma por humano”. Un Alma podría ser un seudónimo persistente con un rango de SBTs que no pueden ser fácilmente conectados. Tampoco suponemos la no transferibilidad de Almas entre humanos. En su lugar, tratamos de ilustrar cómo estas propiedades, cuando sean necesarias, pueden emerger naturalmente del diseño mismo.
Para los artistas, las Almas son una manera natural de poner su reputación en juego en sus obras. Un artista podría emitir un NFT desde su Alma y ponerlo a la venta. Mientras más NFTs tenga el Alma del artista, más sencillo será para los compradores identificar a dicha Alma como perteneciente al artista y también más fácil será confirmar la legitimidad del NFT.
Los artistas podrían ir un paso más allá: emitir un SBT conectado a su alma que garantice que dicho NFT es parte de una “colección” con cierto límite de escasez preestablecido. Así, las Almas podrían crear una manera verificable onchain de construir reputación sobre la proveniencia y la escasez de un objeto.
Este tipo de aplicaciones se extienden mucho más allá del arte. También funcionan en los servicios, los alquileres y cualquier otro mercado construido sobre la escasez, la reputación o la autenticidad. Por ejemplo, para verificar la autenticidad de hechos registrables como las fotografías o los videos. Debido a los avances de la tecnología de Deep Fake, la inspección directa por parte de humanos y de algoritmos será cada vez más insuficiente para evaluar la veracidad.
Sin embargo, una verificación en el blockchain permite identificar el momento exacto en que una obra fue realizada. De esta forma, los SBTs permitirían trazar la proveniencia social de una obra, dando un contexto social del Alma que emitió el trabajo (su constelación de miembros, afiliaciones, credenciales, etc.) y su distancia social del sujeto.
Los Deep Fakes podrían ser inmediatamente identificados como artefactos originados fuera del contexto de tiempo y social. Los artefactos de confianza, por el contrario, emergerían de la atestación de fotógrafos de reputación. Mientras que la tecnología actual descontextualiza los productos culturales (como las imágenes) y los abre a vectores de ataques que carecen de contexto social, los SBTs pueden recontextualizar dichos objetos y permitir a las Almas aprovechar las relaciones de confianza ya presentes en las comunidades como herramientas para proteger la reputación.
Tal vez el mayor valor financiero construido directamente sobre la reputación es el crédito y los préstamos sin garantía. Actualmente, el ecosistema de Web3 es incapaz de replicar formas sencillas de préstamos sin garantía porque todos los activos son transferibles y enajenables.
El ecosistema financiero “tradicional” ofrece un amplio abanico de préstamos sin garantía. Para esto, depende de la utilización de scorings de crédito centralizado para evaluar la calidad crediticia de los prestatarios (quienes tienen poco incentivo a compartir información sobre su historial de crédito).
Pero estos scores tienen fallas. En el mejor de los casos, tienen sesgos contra quienes no han acumulado un historial lo suficientemente amplio - principalmente las minorías y los pobres. En el peor de los casos, pueden habilitar sistemas de “crédito social” tipo Black Mirror que puedan utilizarse para alcanzar ciertos objetivos sociales y refuercen patrones de discriminación.
Un ecosistema de SBTs podría permitir una alternativa resistente a la censura y “de abajo hacia arriba” a los actuales sistemas comerciales “de arriba hacia abajo” y a los sistemas de “crédito social”.
SBTs que representen credenciales educativas, historial laboral y contratos de alquiler podrían servir como un registro persistente de historial de crédito, permitiendo a las Almas poner en juego su reputación para evitar tener que poner fondos en garantía a la hora de obtener un crédito.
Préstamos y líneas de crédito podrían ser representados como SBTs no transferibles pero revocables entre otros SBTs que tiene un Alma (un tipo de garantía reputacional no confiscable) hasta que sean devueltos y luego quemados (o mejor aún, reemplazados por una prueba de pago).
Los SBTs ofrecen propiedades de seguridad muy útiles: la no transferibilidad evita que los agentes transfieran u oculten sus deudas. El ecosistema de SBTs podría asegurar que los prestatarios que traten de escapar de sus créditos (quizá, a través de la creación de una nueva Alma) carezcan de SBTs para solicitar nuevos créditos contra su reputación.
Gracias a esta facilidad para computar deudas públicamente, los SBTs permitirían la creación de mercados de préstamos open source. Nacerían nuevas correlaciones entre SBTs y riesgos de default, y se crearían nuevos algoritmos para predecir la calidad crediticia y reducir el rol de la actual infraestructura centralizada y opaca de scoring.
Mejor aún, los créditos probablemente ocurrirían al interior de las conexiones sociales. De esta forma, los SBTs podrían ofrecer un sustrato para prácticas de crédito comunitario similares a las que inventó Muhammad Yunus en el Grameen Bank, donde los miembros de una red social acuerdan responder por las deudas de los otros.
Como una constelación de Almas de SBTs representa una membresía en diferentes grupos sociales, los participantes podrían fácilmente descubrir qué otras Almas serían coparticipantes valiosos en un proyecto de préstamos de grupo. Mientras que los créditos comerciales operan con un esquema de “presta y olvídate” hasta que se haga la devolución, los préstamos comunitarios podrían basarse en un enfoque de “presta y ayuda” combinando el capital de trabajo con capital humano con mayores tasas de retorno.
¿Cómo empiezan a funcionar las prácticas de créditos de comunidad?
Al comienzo, esperamos que las Almas sólo tengan SBTs que reflejen información que aceptan que sea pública, como los datos que figuran en un CV. Aunque esto tiene un alcance limitado, podría ser suficiente para permitir el despegue de experimentos de préstamos intracomunidades, especialmente si los SBTs son emitidos por instituciones respetables.
Por ejemplo, una constelación de SBTs que muestre credenciales de programación, la participación en conferencias y un historial de trabajo podría alcanzar para que un alma tome un crédito (o levante capital semilla) para un emprendimiento. Estas credenciales y relaciones sociales ya juegan informalmente un papel importante (pero de manera opaca) en la asignación de recursos en actividades como el capital de riesgo.
La no transferibilidad de SBTs clave (como los que se emiten por única vez como credenciales de educación) señala un problema importante: ¿cómo evitar perder nuestro Alma?
Los métodos actuales de recuperación, como las cuentas multisig o las reglas mnemotécnicas, tienen diferentes pros y contras en términos de capacidad mental, facilidad para realizar transacciones y seguridad. Las técnicas de recuperación social son una alternativa emergente que reposa en las relaciones de confianza de una persona. Los SBTs permiten hacer algo similar aunque de manera más amplia: la recuperación comunitaria, donde el Alma es el voto interseccional de su red social.
La recuperación social es un buen punto de partida para la seguridad, pero tiene varias desventajas en seguridad y usabilidad.
Un usuario crea una lista de “guardianes” y les da el poder, por mayoría, de cambiar las llaves de su wallet. Los guardianes podrían ser un conjunto de individuos, instituciones u otras wallets. El problema es que el usuario tiene que balancear su deseo por un número razonablemente elevado de guardianes contra la precaución de que los guardianes sean de círculos sociales similares para evitar la colusión.
Además, los guardianes pueden morir, las relaciones pueden deteriorarse o la gente simplemente pierde contacto lo que requiere una actualización frecuente. Mientras que la recuperación social evita el problema del único punto de falla, un proceso exitoso de recuperación igualmente depende de crear y mantener relaciones de confianza con la mayoría de los guardianes.
Una solución más robusta es vincular la recuperación del Alma a sus membresías en diferentes comunidades, utilizando un amplio conjunto de relaciones sociales en tiempo real.
Recordemos que los SBTs representan membresías a diferentes comunidades. Algunas de esas comunidades (ej. empresas, clubes, universidades, iglesias) podrían ser de naturaleza offchain mientras que otras podrían ser más onchain. En un modelo de recuperación comunitaria, recuperar las llaves privadas de un Alma podría requerir que una mayoría calificada de las comunidades den su consentimiento.
Los procesos de recuperación social suponen que el Alma tiene acceso a comunicaciones seguras offchain donde la “autenticación” (a través de la conversación, las reuniones en persona o la confirmación de un secreto compartido) puede ocurrir. Dichos canales de comunicación podrían requerir de un mayor ancho de banda (técnicamente, la posibilidad de llevar una mayor entropía de información) que, por ejemplo, bots onchain o la computación sobre los SBTs mismos. De hecho, podemos pensar en los SBTs como una forma de representar participación o acceso a estos canales auténticos de comunicación.
Los detalles sobre la forma exacta de hacer esto requiere de experimentación. Por ejemplo, en cómo los guardianes serán elegidos y cuál es la cantidad de guardianes que deben prestar su consentimiento. Sin embargo, con una base de información tan rica, la recuperación comunitaria debería ser computacionalmente posible, con una seguridad creciente a medida que un Alma se une a más comunidades distintas y que crea un mayor número de relaciones significativas.
Como mecanismo de seguridad, la recuperación comunitaria es una encarnación de la teoría de la identidad propuesta por el sociólogo Georg Simmel (fundador de la teoría de las redes sociales) donde la individualidad emerge de la intersección de grupos sociales del mismo modo en que los grupos sociales emergen de las interacciones entre individuos.
Mantener y recuperar la posesión criptográfica de un Alma requiere el consentimiento de la red de dicha Alma. Al incorporar la seguridad en la socialidad, un Alma siempre puede regenerar sus llaves a través de la recuperación comunitaria, lo que disuade el robo de Almas: un vendedor debería poder probar que puede vender la relación de recuperación. De otra manera, cualquier intento de vender un Alma carecería de credibilidad.
Hasta aquí, hemos explicado cómo las Almas pueden representar individuos y reflejar sus rasgos únicos y sus solidaridades a medida que adquieren SBTs que reflejan sus afiliaciones, membresías y credenciales. Esta individuación ayuda a las Almas a construir reputaciones, establecer proveniencia, acceder a mercados de préstamos sin garantía, y proteger la reputación y la identidad.
Pero lo opuesto también es cierto: los SBTs también permiten a las comunidades reunirse en intersecciones de Almas.
Hasta aquí, la Web3 ha dependido ampliamente de las ventas de tokens o airdrops para crear nuevas comunidades. Pero estos métodos tienen escasa precisión. Los airdrops en los que los tokens se entregan algorítmicamente gratis a un conjunto de wallets suelen caer en manos de los actuales tenedores. El sistema es fácilmente atacable por sibils, lo que incentiva el comportamiento estratégico y el efecto Matthew. Los SBTs ofrecen una mejora radical que llamamos “souldrops”.
Los “souldrops” son airdrops basados en la computación sobre SBTs y otros tokens de un Alma. Por ejemplo, una DAO que desee construir una comunidad en un protocolo particular de L1 podría hacer un souldrop a desarrolladores que tengan 3 de los 5 SBTs de las últimas conferencias registrados por tokens que reflejan participación como POAPs.
Los protocolos podrían también ponderar programáticamente los airdrops de tokens a través de una combinación de SBTs. Podemos imaginar cómo una fundación sin fines de lucro cuya misión sea plantar árboles podría enviar tokens de gobernanza a Almas que tengan una combinación de SBTs de medio ambiente, SBTs de jardinería y tokens de efectos de carbono - quizá enviando más tokens a los que ya tienen tokens de carbono.
Los souldrops también podrían introducir nuevos incentivos para alentar el compromiso de la comunidad. Los SBTs enviados podrían ser diseñados para ser soulbound durante un tiempo pero, al cabo de un tiempo, convertirse en tokens transferibles. O también podría ocurrir lo contrario.
Los tokens que se mantengan por cierto tiempo podrían desbloquear cierto derecho a un SBT que otorgue ciertos derechos de gobernanza sobre un protocolo. Los SBTs abren un amplio espacio de posibilidades a experimental, con mecanismos que maximicen el involucramiento de la comunidad además de otros objetivos, como la descentralización que discutiremos más abajo.
Las organizaciones autónomas descentralizadas (DAOs) son comunidades virtuales que se forman en torno a un propósito común y se coordinan por la votación a través de smart contracts en blockchains públicas.
Mientras que las DAOs ofrecen un gran potencial para la coordinación de comunidades globales a través de la distancia y de las diferencias, al mismo tiempo son vulnerables a ataques sibil donde un único usuario tiene múltiples wallets para multiplicar su poder de voto - o, en sistemas menos sofisticados de un voto por token, simplemente acaparar tokens para obtener el 51% del poder de voto y perjudicar al 49% restante.
Los SBTs podrían mitigar el problema del ataque sybil en las DAOs de diferentes maneras:
La idea de revisar la correlación es nueva y prometedora. Un voto sostenido por muchas almas que compartan el mismo SBT es probablemente un ataque sybil. Aunque no se trate de un ataque, ese voto es probablemente de un grupo de Almas que están cometiendo el mismo error de juicio o que comparten el mismo sesgo, y por lo tanto debería ser ponderado de manera inferior a un voto con la misma cantidad de apoyo pero de una base más diversa de participantes.
El concepto de descontar por correlación podría extenderse a la estructuración de conversaciones deliberativas. Por ejemplo, las DAOs susceptibles a una captura por la mayoría podrían computar SBTs para atraer miembros más diversos a la conversación y asegurar que las voces minoritarias sean escuchadas.
Las DAOs también podrían utilizar SBTs para disuadir formas de comportamiento estratégico como “ataques vampiro”. En estos ataques, una DAO (típicamente con un protocolo de DeFi asociado) hace de “free rider” o utilizar la investigación y el desarrollo hecho por otra copiando su código open source y luego atrayendo la liquidez de los usuarios a través de un token.
Las DAOs podrían disuadir ataques de free riders creando una norma alrededor del souldropping (quizá, a través de un vesting de SBTs) únicamente a Almas que proveyeron liquidez y luego retener los souldrops a Almas que hayan cambiado su liquidez en un “ataque vampiro”. El mismo mecanismo no funciona con los airdrops tradicionales a wallets porque los tenedores pueden distribuir su liquidez en diferentes wallets.
Las DAOs también podrían usar SBTs para hacer que el liderazgo y la gobernanza respondan programáticamente a sus comunidades. Los roles de liderazgo podrían cambiar dinámicamente a medida que cambia la composición de la comunidad lo que queda reflejado en la distribución cambiante de SBTs en las Almas miembro.
Un subconjunto de miembros podría ser elevado a roles ejecutivos de acuerdo a su interseccionalidad y la cobertura de diferentes comunidades dentro de la DAO.
Los protocolos que valoran la cohesión de la comunidad podrían utilizar SBTs para mantener Almas interseccionales en el centro. Alternativamente, las DAOs podrían optar por una gobernanza que privilegie ciertas combinaciones de rasgos sobre otros, como la diversidad a través de códigos postales o la participación a lo largo de un conjunto de DAOs.
Un elemento interesante es medir cuán descentralizado se encuentra realmente un ecosistema: ¿en qué medida el ecosistema está realmente descentralizado? ¿En qué medida la descentralización es falsa y el ecosistema está, de hecho, controlado por una única entidad o por un conjunto de entidades coordinadas entre sí?
Dos métricas populares de descentralización son el coeficiente de Nakamoto, propuesto por Balaji Srinivasan, que mide cómo distintas entidades necesitan combinarse para reunir el 51% de cierto recurso, y el índice de Herfindahl-Hirschman que sirve para medir la concentración de mercado con propósito de regulación antimonopólica, y se calcula como la suma de los cuadrados de la participación de mercado de los actores.
Estos enfoques, sin embargo, dejan abiertas preguntas acerca de cuáles son los recursos a mediar, cómo lidiar con la coordinación parcial, y las áreas grises de lo que constituye una “entidad distinta”. Por ejemplo, firmas nominalmente independientes podrían tener grandes accionistas en común, tener directores que son amigos o ser reguladas por los mismos gobiernos.
En el contexto de protocolos de tokens, medir la descentralización de las tenencias de tokens observando a las wallets onchain es muy impreciso porque mucha gente tiene múltiples wallets y algunas wallets (ej., los exchanges) representan a mucha gente. Además, incluso si las direcciones pudiesen rastrearse hasta individuos únicos, esos individuos podrían ser grupos sociales correlacionados con tendencia a una coordinación accidental (en el mejor de los casos) o colusión intencional (en el peor).
Una forma más precisa de medir la descentralización debería ser capaz de capturar las dependencias sociales, las afiliaciones débiles y las solidaridades fuertes.
Las SBTs permiten medir de manera diferente el nivel de descentralización (o pluralismo) de una DAO, protocolo o red.
Gracias a los SBTs, podemos empezar a medir la descentralización de un ecosistema con múltiples capaz e interacciones, algo que es muy difícil de hacer actualmente.
Una gran pregunta a responder es: ¿qué formulas son capaces de capturar mejor lo que queremos medir? ¿Cuáles son menos vulnerables a la manipulación?
También hay múltiples preguntas acerca de cómo examinar las relaciones de SBTs (ponderando algunos SBTs más que otros, descontando SBTs agrupados, o también considerando la composición de tokens transferibles dentro de las Almas).
Sin embargo, con un ecosistema rico de Almas y SBTs, una cantidad mucho mayor de datos estarían disponibles para hacer esos cálculos y avanzar hacia una descentralización con sentido.
Con frecuencia, las DAOs son dueñas de activos, tanto en el mundo virtual como en el físico. Hasta el momento, el alcance de la Web3 estuvo limitado a una clase de propiedad estrecha cuyo conjunto de derechos es completamente transferible: tokens, NFTs, obras de arte, primeras ediciones o manuscritos raros como la Constitución de Estados Unidos.
Pero el énfasis en la transferibilidad tiene la desventaja de que la Web3 es incapaz de representar algunos de los contratos más simples y comunes de la actualidad como el alquiler de un inmueble. Los derechos de propiedad están definidos por la tradición legal romana como conjuntos de derechos de uso (“usus”), consumo o destrucción (“abusus”), y beneficios (“fructus”).
Rara vez todos estos derechos están concentrados en el mismo propietario. Los alquileres de inmuebles, por ejemplo, confieren derechos limitados de uso (“usus”) al inquilino pero no derechos ilimitados a destruir el departamento (“abusus”), venderlo (“fructus”), o incluso transferir el uso (subalquilar).
Los derechos de propiedad real (tierra) tienen típicamente una serie de restricciones sobre el uso privado, el otorgamiento de derechos públicos de acceso, limitaciones en los derechos de venta (e incluso derechos de compra a través de expropiaciones públicas). También son limitados a través de hipotecas que transfieren algún valor financiero a los prestamistas.
Es improbable que el futuro de la innovación en derechos de propiedad se base en una propiedad completamente transferible como inicialmente se imaginó la Web3. En su lugar, la innovación estará basada en la posibilidad de descomponer derechos de propiedad para imitar las características de los regímenes de propiedad existentes así como codificar elaboraciones incluso más sofisticadas.
Las corporaciones y otras formas organizacionales evolucionaron precisamente para reconfigurar derechos de propiedad de maneras más creativas - por ejemplo, dar a los empleados acceso a instalaciones de la empresa (“usus”), pero reservar a los gerentes el derecho de cambiar o dañar activos (“abusus”), mientras pagan a los accionistas la mayor parte de los beneficios financieros (“fructus”).
Los SBTs tienen la flexibilidad de representar estos detalles de derechos de propiedad tanto en activos físicos como virtuales, mientras alientan a realizar nuevos experimentos. Veamos algunos casos de uso:
Al final del día, los “mercados” y la “política” no son espacios separados de diseño; los SBT pueden ser una parte importante de un stack tecnológico que permite explorar el espacio entre ambas categorías. La provisión de bienes públicos a través de votaciones cuadráticas es otra de esas intersecciones.
Por supuesto, también debemos considerar los escenarios distópicos. Los sistemas de inmigración podrían ser permisionados con SBTs migratorios. La captura regulatoria podría ser codificada en tokens de comunidad donde los propietarios de las casas tienen un derecho de voto desproporcionadamente alto y pueden obstaculizar la construcción de nuevas casas.
Como discutiremos más abajo, estos escenarios deberían ser considerados en el contexto de los actuales sistemas opacos de permisos y discriminaciones. Los SBTs hacen la discriminación más transparente y, por lo tanto, potencialmente contestable.
De manera más general, los SBTs podrían permitirnos representar y gestionar efectivamente activos y bienes que están en el espectro entre ser enteramente privados y enteramente públicos. En realidad, casi todo está en este espectro: incluso los bienes para consumo personal tienen externalidades positivas como hacer que el consumidor esté en mejor posición para contribuir a su familia y su comunidad. Y hasta los bienes públicos más ampliamente abundantes (ej., el clima) son más útiles a unos que a otros (ej., las Seychelles vs. Siberia).
De manera similar, la motivación humana rara vez es completamente egoísta o completamente altruista; hay muchos patrones de cooperación preexistente y algunos están más presentes en algunas comunidades que en otras. Sin embargo, el diseño de mecanismos actualmente supone agentes totalmente atomizados y egoístas sin ninguna cooperación preexistente, lo que hace a los mecanismos vulnerables a la sobrecoordinación (en el mejor de los casos) y colusión intencional (en el peor) por parte de grupos que ya tienen relaciones de cooperación entre sí.
Por lo tanto, hasta los mejores modelos de financiamiento de bienes públicos, incluso el financiamiento cuadrático, son incapaces de escalar. El financiamiento cuadrático alienta la coordinación ofreciendo recompensas decrecientes a la acción concentrada de los pocos, pero aumentando las recompensas a la acción colectiva de los muchos.
Por ejemplo, un total de $1 contribuido de manera igual por 10 personas es empardado por $99 para generar $100 en total, mientras que $10 contribuidos por una sola persona no reciben este complemento.
Matemáticamente, esto se logra matcheando fondos proporcionales al cuadrado de la suma de las raíces cuadradas de contribuciones individuales. Pero incluso la cooperación débil (por ejemplo, donar $1 a una causa) entre grandes grupos (por ejemplo, los ciudadanos de China) dominaría el sistema y absorbería todos los fondos porque el financiamiento cuadrático pondera muy positivamente la cantidad de contribuyentes únicos.
En la forma en que funciona actualmente, el financiamiento cuadrático no descuenta la coordinación entre intereses especiales correlacionadas que podrían afectar una ronda de financiamiento. Pero, en lugar de tratar a la coordinación preexistente como una falla a eliminar, la clave es reconocer la cooperación parcial que deberíamos aprovechar y compensar.
Después de todo, estamos en el negocio de alentar la cooperación. El truco es hacer que los mecanismos cuadráticos funcionen junto a las redes preexistentes de cooperación, corrigiendo sus sesgos y las tendencias a la sobrecoordinación. Los SBTs ofrecen una manera natural de hacerlo ya que nos permiten calibrar las balanzas a favor de la cooperación a través de las diferencias.
Como célebremente destacó la Premio Nobel de Economía Elinor Ostrom, el problema es menos la coordinación de bienes públicos en sí mismos sino más bien ayudar a comunidades compuestas de individuos imperfectamente cooperativos pero socialmente conectados superar sus diferencias sociales para coordinarse a escala en redes más amplias.
Si los SBTs representan una membresía a comunidades que reflejan las parcialidades de las Almas, favorecer la cooperación a través de las diferencias simplemente significa descontar las recompensas cooperativas de Almas con afiliaciones o correlaciones similares - medidos por sus SBTs compartidos.
El supuesto es que el consenso entre Almas con afiliaciones diferentes es una mejor señal de bienes plurales a través de redes amplias, mientras que el consenso entre Almas con afiliaciones similares probablemente señala bienes sobrecoordinados (o coludidos) que sirven a intereses más estrechos.
Al relevar las membresías compartidas a través de las almas, las SBT nos permiten descontar la cooperación preexistente y escalar cuadráticamente bienes plurales que confieren beneficios a través de redes emergentes -acordadas entre los miembros más diversos- en lugar de bienes más estrechos inocentemente sobrecoordinados (o intencionalmente coludidos) por intereses especiales.
La fórmula precisa para descontar “óptimamente” una correlación depende de los detalles del modelo y no han sido aún estudiados.
Un ejemplo de bienes de red plurales que tienen una creciente relevancia en el mundo digital son los modelos predictivos construidos con datos de los usuarios. Tanto la inteligencia artificial (IA) como los mercados de predicción buscan predecir futuros eventos con datos obtenidos de usuarios. Pero ambos paradigmas tienen distintos tipos de limitaciones casi opuestas.
El paradigma dominante de IA ignora los incentivos y en su lugar recoge datos (públicos o privados) y los sintetiza en predicciones a través de modelos propietarios no lineales de gran escala aprovechando el monopolio de la Web2 sobre el “usus” sin que ningún “fructus” sea compartido con los generadores de los datos.
Los mercados de predicción usan el enfoque opuesto: la gente vota sobre los resultados con la esperanza de obtener una ganancia financiera, dependiendo enteramente de los incentivos económicos de la especulación financiera (“fructus”) sin sintetizar las creencias de los apostadores para producir modelos componibles.
Al mismo tiempo, ambos paradigmas llegan a conclusiones caracterizadas como “verdades” objetivas; mientras que los modelos de IA son presentados como “universales” o “generalmente inteligentes”, los mercados de predicción son definidos como resumiendo todas las creencias de los participantes del mercado en un único número: un precio de equilibrio.
Un paradigma más productivo es ignorar esos extremos y, en su lugar, aprovechar las virtudes de ambos mientras se compensan sus debilidades. Proponemos combinar inteligentemente la complejidad de los modelos de IA no lineales con los incentivos de los mercados de predicción para transformar a esos generadores de datos pasivos en activos.
Con esa creación de datos anclada en la socialidad de los creadores de datos, ilustramos cómo DeSoc puede habilitar una inteligencia plural en red más poderosa que cualquiera enfoque por separado.
Los mercados de predicción buscan agregar creencias basadas en la riqueza y las preferencias de riesgo de aquellos que están dispuestos a apostar: el dinero habla. Pero esta “supervivencia del más apto” no es una manera deseable de agregar creencias.
Un juego de suma cero donde las ganancias de un trader es la pérdida de otro supone una habilidad generalizada de predicción que estaría en manos de los “inteligentes” y no de los “tontos”.
Si bien la riqueza puede ser una aproximación para algunos tipos de habilidad, las predicciones que incorporan otras formas de expertise relativa podrían ser más confiables. Los participantes que hayan perdido apuestas en algún dominio particular podrían tener creencias más precisas en otro dominio.
Pero los mercados de predicción tienen el efecto desafortunado de recoger las creencias de aquellos más propensos a apostar, lo que enriquece a los que ganan las apuestas, empobrece al resto y disuade la participación de los que son más aversos al riesgo.
Hay otras maneras mejores de recoger las creencias. La investigación sugiere que mientras los mercados de predicción generalmente son mejores que las encuestas sencillas, no son mejores que los métodos más sofisticados de encuestas en equipos, donde los participantes tienen incentivos a compartir y discutir información.
Bajo los modelos de deliberación de equipo, las contribuciones de los miembros pueden ser ponderadas según factores como el desempeño pasado y la evaluación entre pares. Además, el equipo participa en discusiones semiestructuradas para recopilar información que no puede capturarse sencillamente en un contrato de compraventa. Esos modelos de deliberación en equipo pueden mejorarse con reglas cuadráticas para obtener estimaciones precisas de probabilidad (a diferencia de los mercados de predicción donde sólo se recogen visiones “hacia arriba” o “hacia abajo” en relación con el actual precio de equilibrio.
Se ha demostrado que la cantidad de contratos que la gente tiene un incentivo a comprar refleja su evaluación de la probabilidad subjetiva.10 Estos mercados también distribuyen las ganancias de la participación de manera mucho más equitativa, recompensando la precisión sin poner al resto en bancarrota y, por lo tanto, manteniendo a todos como participantes en rondas futuras.
Los SBTs podrían destrabar una nueva clase de ricos modelos y experimentos en poder predictivo y expertise relativa.
Mientras que los mercados de predicción analizan un número (el precio de un contrato), las encuestas cuadráticas recogen la creencia exacta de cada participante sobre la probabilidad de un evento. Los SBTs habilitan una mayor computación sobre esas creencias en un contexto social de credenciales de educación, membresías y la socialidad general de un participante a desarrollar modelos predictivos mejor ponderados, como encontrar predictores expertos nuevas e inesperadas intersecciones.
Incluso si una encuesta no agrega bien las creencias, las encuestas igualmente podrían utilizarse retroactivamente para descubrir las características de los participantes “más correctos” y reunir a “expertos” mejor seleccionados para futuras encuestas, quizá en un contexto de deliberación de equipo. Estos mecanismos están estrechamente relacionados a aquellos que defendimos a lo largo de este paper.
De la misma forma que los mecanismos cuadráticos descontados por puntajes de correlación pueden transformar bienes públicos pobremente coordinados de arriba hacia abajo en potentes bienes plurales de red de abajo hacia arriba, también pueden transformar los sistemas de gobernanza basados en mercados de predicción de suma cero que incentivan a los participantes a ocultar su información (ej., futarquía) en ejercicios de creación de sentido plurales y de suma positiva que puedan alentar la revelación y síntesis de información nueva y mejor.
Los modelos no lineales de “redes neuronales” de gran escala (como BERT y GPT-3) también podrían ser transformados por los SBTs. Utilizan grandes volúmenes de información pública y privada para producir predicciones como código basado en lenguaje natural.
La mayoría de las personas que aportan datos para la creación de estos modelos no son conscientes de su participación. No retienen derechos residuales y son vistos más como “accidentales” que como participantes clave. Además, la recolección de datos separa a los modelos de su contexto social, lo que oculta sus sesgos y limitaciones, y limita nuestra habilidad de compensarlos.
Estas tensiones se han vuelto cada vez más noticias a medida que fue aumentando la demanda de datos. Se fueron desarrollando nuevas iniciativas como “hojas de datos para bases de datos”, que documentan la proveniencia de los datos y se aplicaron métodos de machine learning para intentar preservar la privacidad. Estos enfoques requieren otorgar importantes derechos económicos y de gobernanza a aquellos que generan los datos incentivándolos a cooperar en producir modelos más potentes de los que habrían podido construir por sí solos.
Los SBTs ofrecen una manera natural de programar incentivos económicos mientras empodera a los creadores de los datos con derechos de gobernanza residual sobre sus datos. En particular, los SBTs permiten desarrollar incentivos de datos cuidadosamente dirigidos a los individuos y a las comunidades según cuáles sean sus características. Al mismo tiempo, los creadores de los modelos pueden rastrear las características de los datos recogidos y su contexto social (reflejado por los SBTs) y encontrar otras personas de características diferentes que compensen esos sesgos y limitaciones.
Los SBTs también pueden utilizarse para programar derechos de gobernanza para los creadores de los datos, permitiéndoles formar cooperativas que reúnan datos y negocien su uso. Esta programabilidad “de abajo hacia arriba” por parte de los creadores de datos permite pensar en un futuro de inteligencias plurales, donde los creadores de los modelos puedan competir para negociar usos sobre los mismos datos para construir diferentes modelos.
Todo esto nos permite movernos de un paradigma de “inteligencia artificial” monolítica y desconectada de sus orígenes humanos a una explosión cámbrica de inteligencias plurales construidas cooperativamente, ancladas en la proveniencia social y gobernada por Almas.
A lo largo del tiempo, como los SBTs individuan a las Almas, también pueden empezar a individuar modelos - incorporando la proveniencia de datos, y los derechos económicos y de gobernanza directamente en el código del modelo. Así, las inteligencias plurales (como los humanos) construyen un Alma incorporada en la socialidad humana. O dependiendo de cómo lo mires, los humanos evolucionan en el tiempo en inteligencias plurales - cada una con un Alma única, complementando y cooperando con otras Almas.
En esto, observamos la convergencia entre los paradigmas de los mercados de predicción y la IA hacia la construcción de sentido plural, combinando incentivos ampliamente distribuidos y rastreando cuidadosamente el contexto social para crear una diversidad de modelos que combinan lo mejor de ambos enfoques en un paradigma de tecnología más poderoso que cada uno por separado.
Las inteligencias plurales plantean importantes preguntas sobre la privacidad de los datos. Después de todo, construir esas poderosas inteligencias requiere reunir datos de individuos en grandes bases de datos (ej., datos de salud) o captar datos compartidos (ej., en un gráfico social).
Los defensores de la identidad soberana tienden a considerar a los datos como propiedad privada: los datos sobre estas interacciones son míos y yo soy quien debería poder elegir cuándo y con quién compartirlos.
Sin embargo, la economía de datos es escasamente comprendida en términos de simple propiedad privada. En relaciones simples de dos vías, como en una transacción ilegal, el derecho a revelar información con frecuencia es simétrico, y requiere una autorización y consentimiento mutuo. Como destaca la investigadora Helen Nissenbaum, la preocupación no es la “privacidad” en sí misma sino la falta de integridad para presentar el contexto de la información que se comparte.
El escándalo de Cambridge Analytica se trató en gran medida de personas revelando las propiedades de su gráfico social e información sobre sus amigos sin su consentimiento. En lugar de considerar a la “privacidad como un derecho de propiedad transferible”, un enfoque más promisorio es tratar a la privacidad como algo programable e incorporar algunos derechos para permitir acceso, a alterar o beneficiarse de la información.
Bajo este paradigma, todo SBT (que represente una credencial o un derecho de acceso a un centro de datos) idealmente también tendría unos derechos de propiedad programables que especifiquen la información subyacente al SBT: los tenedores, los acuerdos entre ellos, la propiedad compartida (ej., los datos) y las obligaciones hacia terceras partes.
Algunos emisores podrían elegir hacer SBTs totalmente públicos. Otros SBTs, como el pasaporte o el historial clínico, serían privados en el sentido de la identidad soberana. Sólo el Alma que posee el SBT tiene un derecho unilateral a difundir la información. Otros, como los SBTs que representan la membresía en una cooperativa de datos, tendrían una multisig o permisos más sofisticados donde todos o la mayoría de los tenedores de SBTs deberían consentir a la divulgación.
Si bien hay algunas preguntas técnicas a responder (¿pueden los SBTs programarse de esta manera?) y quedan importantes dudas sobre compatibilidad de incentivos (ver más abajo en la Sección 7) igualmente creemos que la privacidad plural programable requiere una mayor investigación y ofrece algunas ventajas clave sobre paradigmas alternativos.
Bajo nuestro enfoque, los SBTs tienen el potencial de permitir la privacidad como un derecho componible que se puede mapear sobre el complejo conjunto de expectativas y acuerdos que tenemos hoy. Además, esa programabilidad podría ayudarnos a reimaginar nuevas configuraciones, ya que hay un número infinito de maneras en que la privacidad - como un derecho para permitir el acceso a la información - podría componerse con “usus”, “abusus” y “fructus” para crear una constelación de derechos de acceso.
Por ejemplo, los SBTs podrían “permisionar” los derechos de computación sobre bases de datos - quizá bajo la propiedad y la gobernanza por una pluralidad de Almas - usando alguna técnica específica de preservación de privacidad. Algunos SBTs incluso podrían tener permisos de acceso a ciertos datos de tal manera que podrían realizar algunas computaciones, pero no probar los resultados a terceras partes.
Un ejemplo simple es un voto: un mecanismo de votación necesita contar los votos de cada Alma, pero los votos no deberían ser probables a nadie más para evitar la compra de votos. La comunicación es tal vez la forma más canónica de datos compartidos. Sin embargo, actualmente los canales de comunicación carecen de control y gobierno por los usuarios (“usus” y “abusus”) y al mismo tiempo subastan la atención del usuario (“fructus”) al mejor postor - incluso aunque sea un bot.
Los SBTs tienen el potencial de construir formas más saludables de “economía de la atención”, formas que empoderen a las Almas a programar filtros de mensajes entrantes que probablemente sean de bot de fuera de nuestro grafo social, mientras que elevan la comunicación de las comunidades reales y las intersecciones deseadas.
Los oyentes podrían ser más conscientes de a quién están escuchando y, por lo tanto, más capaces de dar crédito a trabajos que generen un mejor conocimiento. En lugar de optimizar por un máximo engagement, esta economía podría optimizar por colaboraciones de suma positiva y cocreaciones valiosas. Estos canales de comunicación también son importantes para la seguridad; como se indicó más arriba, los canales de comunicación de “alto ancho de banda” son críticos para construir los fundamentos de seguridad de recuperación de la comunidad.
La Web3 aspira a transformar a las sociedades y no sólo a sus sistemas financieros. Sin embargo, el tejido social actual (familias, iglesias, equipos, compañías, sociedad civil, democracia) no tiene ningún significado en los mundos virtuales (a menudo llamados “el metaverso”) sin primitivas que representen las almas humanas y las relaciones que las unen.
Si la Web3 carece de identidades persistentes, el resultado son los ataques sybil, la colusión y un mundo limitado de propiedad privada completamente transferible. Todo esto lleva a la hiperfinalización.
Para evitar la hiperfinancialización (pero aún así permitir un crecimiento exponencial) proponemos aumentar y unir nuestra socialidad a través de realidades virtuales y físicas, empoderando a las Almas y a las comunidades a codificar relaciones económicas y sociales ricas. Pero simplemente construir sobre la confianza y la cooperación no es suficiente. Es también esencial corregir por sesgos y tendencias a sobrecoordinar (o coludir) entre redes de confianza para alentar relaciones más complejas y diversas que cubran mayores distancias sociales que antes.
Llamamos a esto “Sociedad Descentralizada (DeSoc)”: una socialidad determinada, donde las Almas y las comunidades se unen de abajo hacia arriba como propiedades emergentes de cada uno de ellos para producir redes plurales de bienes a través de diferentes escalas. Enfatizamos los bienes de red plurales como una característica de DeSoc, porque las redes son el motor más poderoso del crecimiento económico, aunque también el más susceptible de una captura distópica por actores privados (ej., Web2) y gobiernos poderosos (ej., el Partido Comunista Chino).
El crecimiento económico más significativo es el resultado de los rendimientos crecientes de red, donde cada unidad adicional de input genera un output creciente.
Ejemplos de redes físicas simples incluyen a las rutas, las redes eléctricas, las ciudades y otras formas de infraestructura construida con trabajo y capital. Ejemplos de potentes redes digitales incluyen marketplaces, modelos predictivos e inteligencias plurales construidas con datos.
En ambos casos, el modelo económico de red diverge de la economía neoclásica que nos enseña que los rendimientos son decrecientes (donde cada unidad adicional de input genera un output incrementalmente menor) y donde la propiedad privada genera los resultados más eficientes.
En un contexto de retornos crecientes, la propiedad privada tiene el efecto opuesto: acelerar el crecimiento de la red por la extracción de rentas. Una ruta entre dos ciudades puede habilitar rendimientos crecientes gracias a las ganancias del comercio. Pero la misma ruta, si se encuentra bajo propiedad privada, puede acelerar el crecimiento si los dueños eligen extraer renta justo hasta el valor del comercio entre las dos ciudades.
La propiedad pública de una red también tiene sus riesgos. Esto la vuelve susceptible a la captura regulatoria o a la falta de financiamiento.
Las redes con rendimientos crecientes son más eficientes cuando no se las trata como bienes públicos puros ni como bienes privados puros sino como bienes parciales, plurales y compartidos.
DeSoc provee el sustrato social para desempaquetar y reconfigurar los derechos - los derechos de uso (“usus”), los derechos de consumo o destrucción (“abusus”) y los derechos de venta (“fructus”) - y permitir mecanismos eficientes de gobernanza a través de esos derechos que aumentan la confianza y la cooperación mientras mantienen la colusión y la captura a raya.
A lo largo de este artículo, hemos explorado diversos mecanismos como SALSA, basado en la comunidad, y financiamiento (y votación) cuadrático descontado por puntajes de correlación. Esta tercera forma de propiedad parcial y plural evita los riesgos de la extracción de renta privada y también de la captura por parte de la regulación pública.
De muchas manera, el DeFi actual es un paradigma de rendimientos decrecientes a la propiedad privada adaptado en redes de rendimientos crecientes. Construido sobre la premisa de “trustlessness”, el DeFi está intrínsecamente limitado al reino de la propiedad privada completamente transferible (ej., tokens transferibles) que empaqueta al “usus,” “abusus” y “fructus”.
Bajo este esquema, en el mejor de los casos, el DeFi corre el riesgo de sofocar el crecimiento de la red debido a la extracción de rentas. En el peor de los casos, corre el riesgo de generar monopolios de surveillance dominado por ballenas que recogen datos de los usuarios en una “carrera hacia el fondo” parecida a la de la Web2.
DeSoc transforma la carrera del DeFi de controlar y especular sobre el valor de las redes en una coordinación “de abajo hacia arriba” para construir, participar y gobernar las redes. Como mínimo, el sustrato social de DeSoc puede hacer que el DeFi se vuelva resistente a los ataques sybil (lo que permitiría el gobierno por parte de la comunidad), resistente a los ataques de vampiros (internalizando externalidades positivas para construir una red de código abierto) y resistente a la colusión (preservando la descentralización de la red).
Con las correcciones estructurales de DeSoc, el DeFi puede sostener y expandir redes plurales que confieren beneficios ampliamente - tal como fueron acordados por los miembros más diversos - en lugar de seguir atrincherando redes capturadas por intereses estrechos.
La principal fortaleza de DeSoc es la composabilidad de la red. No se trata sólo de obtener rendimientos crecientes sostenibles y evitar la extracción de rentas, sino también de alentar la proliferación y la intersección de redes.
Una ruta podría formar una red entre dos ciudades. Pero si se las aísla de una cooperación más amplia, las dos ciudades eventualmente alcanzarán un techo de rendimientos decrecientes - ya sea a causa de congestión (rutas y casas) o de la saturación (alcanzar los límites de la gente a la que pueden servir). Para seguir creciendo exponencialmente, el se requiere innovación tecnológica y una creciente cooperación con redes vecinas.
Cierta cooperación será física y llegará por la extensión del comercio físico incrementalmente a través del espacio. Pero otras conexiones serán informacionales y digitales. Con el tiempo, veremos nuevas matrices de cooperación entre redes físicas y digitales, confiando en y extendiendo las interconexiones sociales sobre las que están construidas.
Precisamente, DeSoc permite esta intersección de cooperación de red creciente entre mundos físicos y digitales. Gracias a la composición de redes y coordinación, DeSoc emerge en la intersección entre la política y los mercados - aumentando a ambos a través de la socialidad.
DeSoc empodera la visión de JCR Licklider - fundador de ARPANET que creó Internet - de una “simbiosis entre hombre y computadora” en una “red de computación intergaláctica” con un dinamismo social dramáticamente creciente construido sobre la confianza. En lugar de construir sobre la premisa “trustless” del DeFi, DeSoc codifica las redes de confianza que subyacen a la economía real que existe actualmente y nos permite aprovecharlas para generar bienes de red plurales resilientes a la captura, la extracción o la dominación.
Gracias a esta socialidad aumentada, la Web3 puede evitar la hiperfinancialización de corto plazo en favor de un futuro de rendimientos crecientes a través de la distancia social.
Hasta aquí, hemos destacado el potencial habilitado por DeSoc. Pero también es importante recordar que todas las tecnologías con potencial transformador también tienen un potencial similar para la transformación destructiva: la TV puede usarse para el lavado de cerebro; los automóviles contaminan; las tarjetas de crédito te atrapan en deuda y así…
En este caso, los mismos SBTs podrían utilizarse para compensar por dinámicas de grupo y lograr la cooperación a través de las diferencias. Pero también para automatizar la discriminación de grupos sociales desfavorecidos o incluso convertirlos en objetivos de ataques cibernéticos o físicos, implementar políticas de migración restrictiva o realizar préstamos predatorios
Muchas de estas posibilidades son menos preocupantes en el ecosistema de la Web3 actual porque no son conceptos significativos en el sustrato actual. Pero habilitar las ventajas de la Web3 también puede exponernos a estos daños. Así como la desventaja de tener un corazón es que este puede ser roto, la desventaja de tener un Alma es que esta puede ir al infierno. Y la desventaja de tener una sociedad es que las sociedades con frecuencia son animadas por el odio, los prejuicios, la violencia y el miedo.
La humanidad es un experimento grandioso, pero con frecuencia trágico. Mientras meditamos sobre las posibles distopías de DeSoc, también deberíamos contextualizar esas posibilidades junto con otras distopías habilitadas por la tecnología.
La Web2 es una arquitectura de vigilancia opaca y control social. Mientras que la Web2 descansa sobre burocracias artificiales “de arriba hacia abajo” para conferir una identidad (un “permiso de conducir”), DeSoc confía en atestaciones sociales horizontales (“entre pares”).
Mientras que DeSoc empodera a las Almas para codificar sus propias relaciones sociales y cocrear propiedad plural, la Web2 intermedia las conexiones sociales o las monetiza con opacos algoritmos que pueden polarizar, dividir y desinformar. DeSoc evita los sistemas de crédito social opacos. La Web2 es la base de ellos. DeSoc trata a las Almas como agentes, mientras que la Web2 trata a las almas como objetos.
El riesgo del control social con DeFI - sin ningún sustrato de identidad - es menor, al menos en el corto plazo. Pero DeFi tiene su propia distopía. Mientras que el DeFi supera las formas explícitas de centralización - donde actores específicos tienen una cantidad exagerada de poder formal en un sistema - no tiene forma incorporada de superar la centralización implícita a través de la colusión y el poder de mercado.
Los monopolios no siempre se parecen a la Standard Oil del pasado. La colusión siempre puede ocurrir en niveles más altos y alejados de un ecosistema. Podemos observar esto actualmente en el auge de una clase de administradores de fondos institucionales (ej., Vanguard, BlackRock, State Street, Fidelity, etc.) que son los principales accionistas de los mayores bancos, aerolíneas, automotrices y otras grandes industrias.
Como estos administradores de fondos tienen acciones en todas las empresas que compiten dentro de una industria (ej., acciones en todas las grandes aerolíneas), su incentivo es hacer que parezca que esas empresas están en una industria competitiva mientras que, en realidad, actúan como un monopolista que maximiza los beneficios del conjunto de la industria a expensas del consumidor y del público en general. 11
Del mismo modo, en DeFi la mismas ballenas e inversores de riesgo acumulan grandes participaciones en todos los niveles del stack y también en competidores dentro de un mismo nivel, quizá votando en la gobernanza con sus tokens o delegando a una misma clase de delegados que están similarmente correlacionados a lo largo de la red. Sin un sustrato de resistencia contra ataques sybil ni descuentos de correlación para forzar la descentralización, deberíamos esperar a ver más monopolios financiados por ballenas, a medida que los monopolistas se van volviendo el mayor pool de capital disponible.
A medida que aumenta la divergencia entre “la clase del dinero” y los usuarios, deberíamos esperar ver (y ya vemos) mayores niveles de desalineamiento de incentivos y extracción de rentas. Si empiezan a emerger aplicaciones de DeFi que lidian con datos privados, podríamos ver dinámicas similares, como apps que alienten guerras entre múltiples personas que “poseen” datos interpersonales (ej., el gráfico social) para construir inteligencias artificiales privadas y monolíticas que compitan contra los humanos, en lugar de un futuro de inteligencias artificiales plurales que aumenten a los humanos.
DeSoc no necesita ser perfecta para ser aceptablemente no distópica. Para ser un paradigma digno de explorarse, sólo necesita ser mejor que las alternativas disponibles. Si bien DeSoc tiene posibles escenarios distópicos, la Web2 y el DeFi existente están cayendo en patrones que son inevitablemente distópicos, concentrando el poder en una elite que decide los resultados sociales o que es propietaria de la mayor parte de la riqueza.
La dirección de la Web2 es determinísticamente autoritaria: acelera la capacidad de vigilancia y de manipulación de arriba hacia abajo. La dirección del DeFi actual es nominalmente anarcocapitalista pero está cayendo en efectos de red y presiones monopólicas que podrían llevarla en un camino autoritario en el mediano plazo.
DeSoc, por el contrario, es un pluralismo social estocástico - una red de individuos y comunidades que se juntan, como propiedades emergentes, codeterminando su futuro. Viendo a la Web2, el crecimiento de DeSoc puede verse como una analogía del crecimiento de los gobiernos de participación popular tras siglos de monarquía. Los gobiernos participativos no necesariamente dieron lugar a democracias; también llevaron al auge del comunismo y el fascismo.
De manera similar, los SBTs no hacen a la infraestructura digital inherentemente democrática, pero la hacen compatible con la democracia dependiendo de lo que las Almas y las comunidades codeterminen. Abrir este espacio de posibilidad es una marcada mejora sobre el autoritarismo de la Web2 y el anarcocapitalismo del DeFi.
(...)
El camino desde el actual ecosistema de la Web3 hacia la socialidad aumentada mediada por SBTs enfrenta el típico problema del “comienzo frío”. Por un lado, los SBTs no son transferibles. Por el otro, las wallets existentes actualmente podrían no ser el mejor lugar para almacenar SBTs porque carecen de mecanismos de recuperación comunitarios. Pero, al mismo tiempo, para ser seguras, las wallets de recuperación comunitaria necesitan una amplia variedad de SBTs a lo largo de diferentes comunidades.
¿Qué viene primero? ¿Los SBTs o la recuperación comunitaria? ¿Quiénes son las comunidades de “early adopters”? ¿Cómo van a interoperar los SBTs en diferentes cadenas?
No podemos aspirar a conocer todas las posibilidades y respuestas. Pero podemos pensar en algunos caminos prometedores para que el lector explore en la arquitectura de la Web3 e incluso de la Web2.
Aunque la característica distintiva de los SBTs es la no transferibilidad, estos tokens también pueden tener otra propiedad útil: la revocabilidad. Es posible que los SBTs primero sean creados como tokens revocables y transferibles antes de evolucionar hacia la no transferibilidad.
Un token es revocable si un usuario puede quemarlo y volver a emitirlo en una nueva wallet. Quemar y volver a emitir un token tendría sentido, por ejemplo, si las llaves fueron perdidas o comprometidas, y si el emisor tiene un interés en que los tokens no sean financializados y vendidos - en otras palabras, cuando el token señala una auténtica membresía a una comunidad.
Empleadores, iglesias, grupos sociales o clubes con interacciones onchain repetidas están en buena posición para volver a emitir el token porque tienen una relación con la persona y pueden verificar que no se trate de una imitación a través de una llamada telefónica, una videoconferencia o simplemente una reunión en persona. Las interacciones únicas como asistir a un concierto o a una conferencia están menos adaptadas porque los lazos de comunidad son más débiles.
Los tokens revocables y transferibles son una especie de proto-SBT - sirven como un soporte antes del nacimiento del Alma. Estos tokens permiten ganar tiempo para que las wallets desarrollen mecanismos de recuperación de comunidad seguros y para que una persona acumule suficientes proto-SBTs que luego puedan ser quemados y vueltos a emitir bajo la forma de SBTs no transferibles.
Desde esta perspectiva, la pregunta no es: “¿Qué ocurre primero: los SBTs o la recuperación por la comunidad?” En su lugar, los SBTs y la recuperación por la comunidad deben nacer simultáneamente, dando nacimiento a un Alma.
Aunque las actuales wallets carecen de recuperación por la comunidad, tienen fortalezas y debilidades relativas en ser hogares - o quizá, placentas - para SBTs.
Los protocolos de Prueba de Personalidad (PoP) tienen la ventaja de ya estar experimentando con sistemas de resolución de disputas sociales que son la fundación de la recuperación por la comunidad. También, muchas DAOs usan PoPs para facilitar la gobernanza, haciéndolas primero emisoras naturales de SBTs.
Sin embargo, a pesar de la ventaja natural de los PoPs, estos protocolos aún no ganaron suficiente confianza como para albergar activos en forma de tokens valiosos, mientras que las wallets bajo custodia sí lo lograron.
Las wallets con custodia - a pesar de los problemas de centralización - podrían ser una forma de acceso natural para usuarios minoristas menos sofisticados. Esas wallets con custodia también podrían construir herramientas para que comunidades emitan tokens revocables que luego podrían convertirse (quemarse y volver a emitirse) en SBTs o incluso herramientas para usuarios más “corporativos” - muchos de los cuales están buscando formas de construir una base de clientes leal en Web3 pero carecen de experiencia en custodia.
Una vez que los mecanismos de recuperación de comunidad hayan sido formalizados y probados, esas wallets bajo custodia podrían descentralizarse en mecanismos de recuperación comunitaria, mientras que los custodios comienzan a ofrecer otros servicios en DeSoc (como community management, emisión de SBTs, etc.). Para usuarios de Web3 más sofisticados, wallets descentralizadas sin custodia (o wallets sin custodia con recuperación social como Argent y Loopring) son un punto de partida natural para comenzar mecanismos de recuperación de la comunidad.
Las wallets sin custodia tienen la ventaja de ser nativas de Web3 y código abierto, y la flexibilidad de preanunciar y experimentar con mecanismos incrementales para un conjunto de usuarios voluntarios sofisticados para testear los incentivos y los mecanismos (ej., wallets multisig). Todos estos enfoques (PoPs, wallets con custodia y sin custodia) juegan un rol importante en experimentar y sumar usuarios con diferentes grados de sofisticación y tolerancia al riesgo.
Las normas también pueden crear Almas. A medida que repensamos los tokens y las wallets, también podemos volver a evaluar cómo pensamos en ciertas clases de NFTs y tokens cuyo objetivo es señalar membresía. En particular, podemos introducir una norma de no transferir NFTs y POAPs emitidos por instituciones de alta reputación que reflejen la participación en una conferencia, experiencia laboral o credenciales de educación.
Las transferencias de tokens de membresía - si se las cambia por valor - podrían disminuir la reputación de una wallet y quizá desalentar a los usuarios de emitir más membresías o tokens de POAP a esa wallet. Ya en el sistema de no custodia, una cantidad significativa de usuarios han alcanzado una significativa reputación financiera en sus wallets, lo que podría servir como garantía para que no abusen de las expectativas de no transferibilidad.
Si bien todos estos caminos tienen desafíos, esperamos que la variedad de enfoques aumenten las probabilidades de una convergencia hacia un estado de casi equilibrio en el mediano plazo.
Hemos sido muy ambiciosos en imaginar lo que la DeSoc podría permitir. Pero aún estamos en los primeros pasos. Hay más de un camino hacia la DeSoc, incluyendo cierta cantidad de enfoques no basados en blockchain como Spritely, ACDC y Backchannel que dependen de almacenamiento de datos conectados con máquinas locales en lugar de registros globales.
Esos marcos podrían eventualmente ofrecer incluso una mayor confianza a través de la distancia social, porque pueden aprovechar la transitividad de las relaciones de confianza - como las presentaciones - en lugar de confiar en SBTs emitidos por instituciones reconocidas y de alto estatus (como universidades y DAOs).
Además, las aplicaciones que describimos más arriba sólo son el comienzo de lo que DeSoc puede habilitar: su física, sociedad y las complejas intersecciones con el mundo físico. Todo esto sugiere que incluso las amplias ambiciones que pintamos arriba son sólo el comienzo de lo que la DeSoc podría permitir. Sobre ese camino, sin embargo, quedan muchos desafíos y preguntas abiertas.
Los borradores de arriba requieren respuestas a múltiples preguntas:
¿Cómo pueden las DAOs mantener su estado público mientras comparan patrones de Almas y correlaciones en SBTs para aplicar protecciones Sybil y descentralización? ¿Cómo son los incentivos para adquirir SBTs en relación con varios esquemas de descuento de correlación? ¿Existe algún conflicto entre los descuentos de correlación y otros diseño de mecanismos de DeSoc? ¿Cómo podemos medir la desigualdad de manera social pero al mismo tiempo privada? ¿Cómo deberían funcionar las herencias en los marcos de recuperación de comunidad? ¿Hay límites que deberían trazarse para evitar caer en escenarios distópicos? ¿O deberíamos simplemente apurarnos en construir los buenos escenarios primero?
Estas son sólo algunas de las preguntas de lo que esperamos será una agenda de investigación que se desarrollará a lo largo de años y que evolucionará en conjunto con el ecosistema DeSoc. Sin embargo, el potencial que ofrece DeSoc parece no sólo valer la pena pagar el precio de navegar por esos desafíos difícil, pero quizá incluso sea necesario para asegurar nuestra supervivencia.
En 1932, Albert Einstein dijo ante la conferencia por el desarme que la falla en el “poder organizativo del hombre” en avanzar al mismo que “sus avances técnicos” puso una “navaja en manos de un niño de tres años”. En un mundo en el que esta observación parece más presciente que nunca, aprender cómo programar futuros que codifiquen la socialidad parece un curso necesario para que la vida humana pueda subsistir en este planeta.