La Resolución del Experimento Bitcoin

¿Fue el Bitcoin un experimento fallido?

En enero de 2016, Mike Hearn, uno de los desarrolladores principales de Bitcoin publicó un post donde sostenía que el Bitcoin había fracasado y anunciaba que abandonaba el proyecto. Esta es una versión traducida y adaptada de aquel polémico post, The Resolution of the Bitcoin Experiment.

Pasé más de 5 años como desarrollador de Bitcoin. El software que escribí fue utilizado por millones de usuarios, cientos de desarrolladores, y las charlas que dí llevaron directamente a la creación de muchas startups.

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Desde el comienzo, siempre dije lo mismo: Bitcoin es un experimento, y como todos los experimentos, puede fallar. Entonces, no inviertas lo que no puedas permitirte perder. Lo dije en entrevistas, en conferencias, y por email. También lo hicieron otros desarrolladores conocidos como Gavin Andresen y Jeff Garzik.

Pero a pesar de siempre haber sabido que el Bitcoin podía fracasar, la conclusión de que efectivamente ha fracasado me entristece mucho. Las bases están rotas y pase lo que pase con el precio en el corto plazo, la tendencia de largo plazo probablemente sea hacia abajo. Ya no formo parte del desarrollo del Bitcoin y he vendido todas mis monedas.

¿Por qué fracasó el Bitcoin? Fracasó porque la comunidad fracasó. Lo que debía ser una nueva forma de dinero descentralizado sin “instituciones sistémicamente importantes” y “demasiado grandes para fallar” se convirtió en algo peor: un sistema completamente controlado por un puñado de personas. Peor aún, la red está al borde del colapso técnico. Los mecanismos que debieron haberlo impedido están rotos, y como resultado no hay razón para creer que el Bitcoin pueda ser mejor que los sistemas financieros existentes.

Piénsalo. Si nunca hubieses escuchado sobre el Bitcoin antes, ¿te interesaría un sistema de pagos donde ocurre lo siguiente?

  • No puedes mover tu dinero.
  • Hay tarifas impredecibles que crecen rápidamente.
  • El sistema permite a los compradores recuperar pagos que hicieron con sólo presionar un botón.
  • Sufres de grandes colas.
  • El control está en manos de China.
  • Las empresas y personas que lo construyen están en guerra civil.

Adivino que la respuesta es no.

Mike Hearn
Mike Hearn

Muerte en los Bloques

En caso de que no hayas seguido la evolución del Bitcoin, así luce la red en enero de 2016.

El blockchain está lleno. Te preguntarás cómo es posible que una serie de archivos esté “lleno”. La respuesta es que un límite de capacidad artificial de 1 megabyte por bloque, creado como una solución temporaria mucho tiempo atrás, no ha sido removido y como resultado la capacidad de la red ahora está casi completamente exhausta.

Este es un gráfico del tamaño de los bloques.

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Si miras de cerca, verás que el tráfico ha ido creciendo desde el fin del verano de 2015. Este es el tamaño promedio de los bloques por semana:

El promedio está casi en el límite de lo que la red puede soportar. No es sorprendente que haya períodos frecuentes en que el Bitcoin no pueda estar a la par con la carga de transacciones puestas sobre él y que casi todos los bloques estén al máximo de su capacidad, incluso cuando hay una gran cola de transacciones en espera.

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Cuando las redes se quedan sin capacidad, se vuelven poco confiables.

El problema es que ahora es oficialmente imposible depender de la red de bitcoin para saber cuándo tu pago va a ser realizado, porque la congestión es tan grande que incluso pequeños picos en el volumen crean cambios dramáticos en las condiciones de la red. ¿Es aceptable que uno tenga que esperar, ya sea 60 minutos o 14 horas, elegidos al azar?

Se supone que la red de Bitcoin responda a la situación con aumentos de tarifas automáticas. Eso es lo que está pasando: se está haciendo más y más costoso usar la red. En una época, el Bitcoin tenía la ventaja de tarifas muy bajas o cero, pero ahora es común que haya que pagar a los mineros más de lo que cobraría una tarjeta de crédito.

¿Por qué no se aumentó el límite de capacidad? Porque el blockchain está controlado por mineros chinos, dos de los cuales controlan más del 50% del poder de hash. En una conferencia reciente, el 95% del poder de hash era controlado por un puñado de personas sentadas en un mismo escenario. Esos mineros no están permitiendo al blockchain crecer.

¿Por qué no le están permitiendo crecer? Hay diferentes razones. Una es que los desarrolladores del software “Bitcoin Core” se niegan a implementar los cambios necesarios. Otra es que los mineros se niegan a cambiar a un producto competidor, ya que lo perciben como una “deslealtad” — y están aterrados de que pueda parecer una división y que eso cause pánico entre los inversores. Entonces, decidieron ignorar el problema y esperar que se resuelva solo.

Y la razón final es que la Internet china está tan rota por la firewall del gobierno que mover datos a través de la frontera apenas si funciona, con velocidades más bajas de las que pueden obtenerse con teléfonos celulares. Imagina un país entero conectado al resto del mundo por un wifi barato de hotel y entenderás a lo que me refiero.

Actualmente, los mineros chinos apenas si son capaces de mantener su conexión a la Internet global y obtener su recompensa de 25 BTC cada vez que crean un bloque. Pero si la red de Bitcoin se vuelve más popular, temen que encontrar la solución se vuelva más difícil y eso les haga perder su flujo de ingresos. Esto les genera el incentivo perverso de intentar impedir que el Bitcoin se vuelva popular.

Muchos usuarios y observadores del Bitcoin hasta tiempos recientes supusieron que todos esos problemas se iban a resolver de alguna forma, y que el límite del tamaño del bloque iba a aumentarse. Después de todo, ¿por qué iba la comunidad de Bitcoin… la comunidad que consagró al blockchain como el futuro de las finanzas… intencionalmente suicidarse estrangulando a la red? Pero eso es exactamente lo que está ocurriendo.

La guerra civil resultó en que Coinbase -la startup de Bitcoin más grande y conocida de Estados Unidos- fuese eliminada del sitio oficial del Bitcoin por elegir el lado “equivocado”, y fuese expulsada de los foros de la comunidad. Cuando una parte de la comunidad se vuelve contra la gente que introdujo a millones de personas en la criptomoneda, es porque las cosas se volvieron muy locas.

Nadie sabe lo que está pasando

En agosto de 2015, se volvió claro que, debido a severos errores de gestión, el proyecto “Bitcoin Core”, que desarrolla y mantiene el programa que corre la red p2p, no iba a lanzar una versión que aumentara el límite del tamaño de bloque. Las razones de esto son complicadas y serán discutidas más abajo.

Pero obviamente la comunidad necesitaba la habilidad de seguir incorporando usuarios. Así que un grupo de desarrolladores (incluyéndome a mí) se reunió y desarrolló el código necesario para aumentar el límite. Ese código se llamó BIP 101 y lo lanzamos en una versión modificada del software que llamamos Bitcoin XT. Al correr XT, los mineros podían votar por cambiar el límite. Una vez que el 75% de los mineros hubiesen votado por el cambio, las reglas se ajustarían y los bloques más grandes serían permitidos.

El lanzamiento de Bitcoin XT activó ciertos poderosos botones emocionales en un pequeño número de personas. Algunas decidieron hacer lo que fuese necesario para matar a XT, comenzando por la censurarlo en los canales de comunicación del Bitcoin: cualquier post que mencionara las palabras “Bitcoin XT” era eliminado de los foros de discusión.

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Las dificultades en obtener noticias sobre XT o la censura misma tuvo efectos problemáticos. Por primera vez, los inversores no tuvieron una forma clara de saber lo que estaba pasando. Las miradas en disenso eran sistemáticamente suprimidas. Las críticas técnicas hacia Bitcoin Core eran eliminadas y reemplazadas con información falsa. Muchas personas que compraron Bitcoin en medio de la manía no tenían idea de que el sistema está por chocar contra un límite artificial.

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¿Por qué Bitcoin Core mantiene el límite?

Problemas de personas.

Cuando Satoshi se fue, dejó las riendas del programa que hoy llamamos Bitcoin Core a Gavin Andresen, un colaborador de los primeros tiempos. Gavin es un líder sólido y experimentado que entiende lo que está pasando.

Pero hay un pequeño problema: Satoshi nunca le preguntó a Gavin si quería el trabajo, y de hecho no lo quería. Así que lo primero que hizo Gavin fue dar también acceso al código a otros cuatro desarrolladores. Esos desarrolladores fueron elegidos rápidamente para asegurar que el proyecto pudiese continuar si algo le ocurría. Eran básicamente, los que estaban cerca y se pusieron a disposición en aquel momento.

Uno de ellos, Gregory Maxwell, tenía una serie de opiniones inusuales: una vez dijo que había probado que el Bitcoin era matemáticamente imposible. Y más problemático, no creía en la visión original de Satoshi.

Cuando el proyecto fue anunciado, a Satoshi le preguntaron cómo podía el blockchain escalar a un gran número de pagos. Si la idea funcionaba, la cantidad de datos a descargar sería inmensa, ¿verdad? Esta era una crítica popular al Bitcoin en los primeros días y Satoshi esperaba que se lo preguntasen. Dijo:

El ancho de banda podría no ser tan problemático como piensan… si la red llegara a ser tan grande como VISA, llevaría varios años, y para aquel entonces, enviar el equivalente de 2 películas en HD por Internet no parecerá tan difícil.

Es un argumento simple: vean lo que manejan los sistemas existentes de pagos, vean lo que tomaría al Bitcoin para hacer lo mismo, y luego destaquen que el crecimiento no ocurrirá de la noche a la mañana. Las redes y las computadoras del futuro van a ser mejores que hoy. Y de hecho algunos cálculos rápidos sugieren que, como me dijo a mí, “nunca se llega realmente a un límite de escala”, incluso cuando se consideran más factores que el ancho de banda.

Maxwell no estaba de acuerdo con este razonamiento. En una entrevista de diciembre de 2014 dijo:

“Hay un trade-off intrínseco entre escala y descentralización cuando hablamos de transacciones en la red”.

El problema, explicó, es que a medida que aumentan las transacciones con bitcoin, empresas más grandes van a ser las únicas en correr los nodos, debido al aumento del costo.

La idea de que el Bitcoin está condenado porque más usuarios signifiquen menos descentralización es perniciosa. Ignora el hecho de que, más allá de la manía, el uso real es bajo, crece lentamente y la tecnología mejora con el tiempo. Esta es una creencia que Gavin y yo hemos pasado mucho tiempo desmitificando. Y lleva a una conclusión obvia pero loca: si la descentralización es lo que hace bueno al Bitcoin, y el crecimiento amenaza a la descentralización, entonces al Bitcoin no debe permitírsele crecer.

En su lugar, Maxwell concluyó, el Bitcoin debería convertirse en una especie de capa de pagos para algún sistema que no utilice blockchain.

Comienza la espiral de la muerte

En una compañía, cuando alguien no comparte las metas de la organización, la solución es sencilla: se lo despide.

Pero Bitcoin Core es un proyecto open source, no una compañía. Una vez que los 5 desarrolladores con acceso al código habían sido elegidos y que Gavin decidió que no quería ser el líder, no había un procedimiento para removerlos. Y no había ninguna entrevista ni proceso de selección para asegurarse de que compartieran los objetivos del proyecto.

A medida que el Bitcoin se volvía más popular y que el tráfico empezaba a acercarse al límite de 1 megabyte, el aumento del tamaño del bloque se discutió ocasionalmente entre los desarrolladores. Pero rápidamente se volvió un tema cargado emocionalmente. Se hicieron acusaciones de que aumentar el tamaño del bloque era demasiado arriesgado, que iba contra la descentralización, etc. Como en muchos pequeños grupos, la gente prefiere evitar el conflicto. Así que la decisión se postergó.

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El desarrollador responsable de los lanzamientos tenía tanto miedo del conflicto que decidió que cualquier tópico controvertido, donde alguno de los lados pudiese “ganar”, sencillamente no podía tocarse del todo, y se negó a involucrarse.

A pesar del hecho de que exchanges, usuarios, desarrolladores de wallets, y mineros estaban esperando un aumento (y de hecho, estaban construyendo negocios completos sobre el supuesto de que el aumento ocurriría), 3 de los 5 desarrolladores se negaban a tocar el límite.

Parálisis.

Mientras tanto, el reloj seguía contando los minutos.

Masivos ataques sobre los usuarios de XT

Unos días después de lanzar Bitcoin XT, alrededor del 15% de todos los nodos de la red lo estaban corriendo, y al menos un pool de minería había empezado a ofrecer votar por BIP101 a los mineros.

Fue entonces que comenzaron los ataques de denegación de servicio. Los ataques eran tan grandes que desconectaron a regiones enteras de Internet. En ocasiones, centros de datos enteros fueron desconectados de Internet hasta que el último nodo de XT que había dentro fuese detenido. Alrededor de un tercio de los nodos fueron atacados y removidos de Internet de esta forma.

Peor, el pool de minería que había estado ofreciendo BIP101 fue también atacado y obligado a parar. El mensaje era claro: cualquiera que apoyara los bloques más grandes, o que incluso permitiera a otras personas votar por ello, sería atacado.

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Conferencias falsas

A pesar de los ataques de negación de servicio y la censura, XT ganaba popularidad. Eso generaba un problema para Core, así que sus desarrolladores decidieron organizar una serie de conferencias tituladas “Escalando el Bitcoin”: una en agosto y una en diciembre. El objetivo, se proclamó, era alcanzar “consenso” sobre lo que debía hacerse. A todos les gusta el consenso de expertos, ¿verdad?

Para mí, fue claro que personas que se negaban a hablar siquiera de subir el límite no cambiarían de opinión sólo por asistir a una conferencia. Además, con la llegada de la temporada de crecimiento del invierno, sólo quedaban un par de meses para actualizar la red. Desperdiciar esos meses preciosos esperando conferencias pondría en riesgo la estabilidad de la red. El hecho de que la primera conferencia prohibió la discusión de propuestas concretas no ayudó.

Así que no fui.

Desafortunadamente, la táctica fue devastadoramente efectiva. La comunidad la creyó. Cuando hablaba con mineros y startups, “estamos esperando que Core suba el límite en diciembre”, era una de las razones más frecuentemente citadas por los que se negaban a correr XT. Estaban aterrados de que una fractura en la comunidad pudiese afectar al precio del bitcoin y sus beneficios.

Al terminar la última conferencia sin planes de aumentar el límite, algunas empresas (como Coinbase y BTCC) se dieron cuenta de que habían sido engañadas. Pero era demasiado tarde. Mientras la comunidad esperaba, el crecimiento orgánico agregaba otras 250.000 transacciones por día.

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Conclusiones

Bitcoin entró en aguas excepcionalmente peligrosas. Crisis previas, como la quiebra de Mt.Gox, tenían que ver con servicios y compañías que habían crecido alrededor del ecosistema. Pero esta vez es diferente: es una crisis del núcleo, del blockchain en sí mismo.

Más fundamentalmente, es una crisis que refleja profundas diferencias filosóficas en la forma de ver el mundo: ya sea como uno que debería ser gobernado por un “consenso de expertos”, o por gente común eligiendo cualquier política que tenga sentido para ellos.

Incluso aunque se armase un nuevo equipo para reemplazar a Bitcoin Core, el problema del poder de minería concentrado detrás del Gran Firewall seguiría existiendo. Bitcoin no tiene futuro mientras sea controlado por menos de 10 personas. Y no hay solución a la vista para este problema: nadie tiene sugerencias, ni siquiera. Para una comunidad que siempre se preocupó sobre la posibilidad de que el blockchain sea capturado por un gobierno opresor, es una interesante ironía.

Pero no todo está perdido. A pesar de todo, en las últimas semanas, más miembros de la comunidad empezaron a recoger las cosas desde donde las dejé. Mientras que antes quien quisiera hacer una alternativa a Core era visto como un renegado, ahora hay dos nuevos forks pidiendo atención (Bitcoin Classic y Bitcoin Unlimited). Hasta el momento, se encontraron con los mismos problemas que XT, pero es posible que un conjunto de nuevas caras pueda encontrar la forma de hacer progresos.

Hay mucha gente talentosa y con energía trabajando en el espacio de Bitcoin, y en los últimos cinco años tuve el placer de conocer a muchos de ellos. Su espíritu emprendedor y sus perspectivas alternativas sobre el dinero, la economía y la política son fascinantes, y a pesar de que todo se está hundiendo, no me arrepiento del tiempo dedicado al proyecto.

Me desperté esta mañana y encontré gente enviándome buenos deseos y pidiéndome que me quedara, pero me temo que ya me moví a otras áreas. A esas personas, les digo: buena suerte, manténgase fuertes, y les deseo lo mejor.

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