Por qué soy un Cripto Escéptico

En este texto, el Nobel de Economía Paul Krugman explica por qué cree que las criptomonedas serán un fracaso espectacular…

Este texto es una versión traducida de “Transaction Costs and Tethers: Why I’m a Crypto Skeptic” publicado en The New York Times el 31 de julio de 2018 por Paul Krugman, Premio Nobel de Economía 2008.

En un par de semanas, voy a debatir con Emmanuel Goldstein, el enemigo designado, en una conferencia sobre blockchain y esas cosas. Claro, si solo hablas ante audiencias amigables, no te estás desafiando lo suficiente. Así que se me ocurrió explicar por qué soy escéptico respecto de las criptomonedas.

Todo se reduce a dos motivos: costos de transacción y ausencia de respaldo. Les explicaré.

A lo largo de toda la historia monetaria, se observa una clara dirección de cambio: una tendencia a la reducción de las fricciones de hacer negocios y de la cantidad de recursos requeridos para lidiar con esas fricciones.

Al comienzo, había monedas de oro y plata. Eran pesadas, necesitaban mucha seguridad y consumían muchos recursos para ser producidas.

Luego, llegaron los billetes bancarios respaldados por reservas fraccionarias. Eran más fáciles de usar y transportar que las bolsas de monedas. También reducían la necesidad física de metales preciosos, liberando recursos para otros usos.

Aún así, el sistema todavía requería cantidades sustanciales de oro. Los bancos centrales, donde los bancos privados empezaron a guardar sus reservas como depósitos en lugar de en forma de oro y plata, redujeron esta necesidad. Y la transición hacia el dinero fiduciario eliminó casi por completo el uso del oro y la plata en el sistema monetario.

Mientras tanto, la gente se fue alejando gradualmente de las transacciones en efectivo. Primero hacia los pagos con cheque, luego hacia las tarjetas de crédito y débito, y finalmente hacia otros métodos digitales.

En el marco de esta historia, el entusiasmo por las criptomonedas parece extraño, porque va exactamente en la dirección opuesta de la tendencia monetaria de largo plazo. En lugar de transacciones sin fricción, nos ofrecen mayores costos de hacer negocios, porque transferir Bitcoin u otra criptomoneda requiere copiar el historial completo de las transacciones pasadas. En lugar de dinero creado con el click de un mouse, las criptomonedas nos dan un dinero que debe ser minado (creado a través de computación intensiva en recursos).

Estos costos no pueden ser reducidos por la innovación. Como señalan Brunnermeier y Abadi, los altos costos de crear y transferir un Bitcoin son esenciales para crear confianza en un sistema descentralizado.

Los billetes bancarios funcionaban porque la gente sabía que los bancos que los emitían tenían un incentivo a mantener su reputación. Es cierto que, ocasionalmente, los gobiernos abusaron del privilegio de crear dinero fiduciario. Pero generalmente, los gobiernos y bancos centrales ejercen moderación, nuevamente, porque les interesa preservar su reputación.

Para tener la certeza de que un Bitcoin es real sin saber quién lo emitió, necesitamos el equivalente digital de morder una moneda de oro (para estar seguros de que es real), y que los costos de producir un objeto que satisfaga ese test sean lo suficientemente altos para evitar el fraude.

En otras palabras: los entusiastas de las criptomonedas celebran el uso de una tecnología que buscar llevar al sistema monetario 300 años hacia el pasado. ¿Por qué querríamos hacer eso? ¿Qué problema resuelve? Aún tengo que ver una respuesta clara a esa pregunta…

El dinero convencional, en general, hace bien su trabajo. Los costos de transacción son bajos. El poder de compra de un dólar dentro de un año es altamente predecible (mucho más predecible que el poder de compra de un Bitcoin).

Usar una cuenta bancaria requiere confiar en un banco. Pero en general los bancos justifican esa confianza, mucho más que las firmas que custodian criptomonedas. Entonces, ¿por qué cambiar a un forma de dinero que funciona peor?

Años después del lanzamiento del Bitcoin, las criptomonedas hicieron muy pocos avances hacia el uso real. Pocas firmas las aceptan como pago, y mi sensación es que lo hacen más por motivos publicitarios (“¡Miren, somos innovadores!”) que por utilidad real. Las criptomonedas tienen un alto valor de mercado, pero porque son compradas como elemento especulativo, no porque sean útiles como medio de intercambio.

¿Esto significa que el cripto es una pura burbuja que eventualmente se desinflará hacia la nada?

Es importante advertir que hay otros activos parecidos a la moneda que no tienen mucho uso como dinero pero que igualmente son demandados por el público. Desde hace mucho que el oro ya no se usa como dinero, pero igualmente mantiene su valor.

Lo mismo puede decirse, en gran medida, del efectivo. Aunque las transacciones en efectivo son comunes, solo representan una pequeña parte del valor de las compras. Sin embargo, las tenencias de dinero en efectivo aumentaron como porcentaje del PBI desde la década de 1980, un crecimiento que se explica por una mayor demanda de billetes de 50$ y 100$.

Relación entre dinero en efectivo y PBI nominal en Estados Unidos. El aumento de la demanda de dólares en efectivo se explica principalmente por los billetes de 50$ y 100$.
Relación entre dinero en efectivo y PBI nominal en Estados Unidos. El aumento de la demanda de dólares en efectivo se explica principalmente por los billetes de 50$ y 100$.

Los billetes de alta denominación no se usan con frecuencia para pagos (de hecho, muchos negocios ni siquiera los aceptan). Entonces, ¿por qué tanta gente tiene dinero en efectivo?

Todos sabemos la respuesta: evasión de impuestos, actividades ilícitas, etc. Muchas de estas actividades ocurren fuera de Estados Unidos. Algunas estimaciones sostienen que residentes extranjeros poseen más de la mitad de los dólares en efectivo.

Claramente, las criptomonedas compiten por una parte del mismo negocio: muy poca gente usa Bitcoin para pagar las cuentas, pero algunos lo usan para comprar drogas, subvertir elecciones, etc. Los casos del oro y de los billetes de alta denominación sugieren que esto podría generar una demanda suficiente para sostener el valor.

Entonces, esto significa que el cripto, aunque no sea la tecnología revolucionaria que algunos dicen, ¿igualmente podría no tratarse de una burbuja?

Aquí es donde entra en juego el respaldo (o más precisamente, la ausencia de respaldo).

En la vida cotidiana, la gente no se preocupa de dónde viene el valor de esas piezas de papel verdes con la imagen de presidentes muertos: aceptamos los billetes de dólar porque otras personas aceptan los billetes de dólar.

Pero el valor del dólar no viene enteramente de expectativas auto cumplidas: al final del día, está respaldado por el hecho de que el gobierno de Estados Unidos acepta los dólares para el pago de impuestos. Impuestos que es capaz de imponer porque es un gobierno.

En cierta forma, las monedas fiduciarias tienen valor subyacente porque hombres con armas dicen que tienen valor. Esto significa que su valor no es una burbuja que pueda colapsar súbitamente si la gente pierde la fe. El valor de los billetes de 100$ en la bóveda de un narcotraficante, al final del día, está respaldado en que tienen valor para pagar impuestos en Estados Unidos.

El oro está en una situacion similar. La mayor parte del oro está almacenada en bóvedas, y solo tiene valor porque la gente cree que tiene valor. Pero el oro tiene usos en el mundo real, tanto en joyería como para rellenar dentaduras. Esto provee una conexión, débil pero real, a la economía real.

Las criptomonedas, por el contrario, no tienen este respaldo en la realidad. Su valor depende enteramente de expectativas auto cumplidas, lo que significa que un colapso total es posible. Si los especuladores tuvieran un momento colectivo de duda y de pronto creyeran que los Bitcoin valen cero, entonces los Bitcoin valdrían cero.

¿Esto va a ocurrir?

Creo que es más probable que esto ocurra antes que no, en parte por la distancia entre la retórica mesiánica del mundo cripto y las posibilidades de aplicación reales de las criptomonedas. Puede ocurrir un equilibrio donde el Bitcoin (aunque probablemente no otras criptomonedas) sigan en uso para transacciones del mercado negro y evasión de impuestos.

Pero ese equilibrio, si existe, sería difícil de alcanzar: una vez que el sueño de un futuro de blockchain muera, la desilusión probablemente acabará por colapsar todo.

Por eso soy un cripto escéptico.

¿Podría estar equivocado? Por supuesto. Pero si usted quiere decir que estoy equivocado, por favor responda a la siguiente pregunta: ¿Qué problema resuelven las criptomonedas? No solo intente acallar a los escépticos con una mezcla de palabrerío tecnológico y propaganda libertaria.

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