Un Manifiesto Cypherpunk

En 1993, Eric Hughes publicó un manifiesto del movimiento cypherpunk: la criptografía y el derecho a la privacidad en Internet…

La privacidad es necesaria para una sociedad abierta en la era electrónica. La privacidad no es secretismo. Una cuestión privada es algo que no queremos que todo el mundo sepa, pero una cuestión secreta es algo que no queremos que nadie sepa. La privacidad es la capacidad de revelarse selectivamente al mundo.

Si dos personas están haciendo cualquier tipo de transacción, entonces cada una tiene un recuerdo de su interacción. Cada una puede hablar de su propio recuerdo sobre el tema. ¿Cómo podría prevenirse esto? Quizás se podrían dictar leyes en contra de ello, pero la libertad de expresión es aún más fundamental para una sociedad abierta que la privacidad; nuestra intención no es restringir la libertad de expresión.

Si muchas personas participan en un mismo foro, cada una puede hablar a las demás y aumentar el conocimiento global acerca de esas personas. Las comunicaciones electrónicas hacen posibles grupos así, y no van a desaparecer.

Es necesario lograr que cada persona que interviene en una transacción sólo acceda a la información estrictamente necesaria para esa transacción. Tenemos que revelar lo mínimo indispensable. En muchos casos, la identidad personal no es relevante.

Cuando compro una revista y pago en efectivo, el vendedor no necesita saber quién soy. Cuando contrato a mi proveedor de correo electrónico la capacidad de recibir y enviar mensajes, mi proveedor no tiene por qué saber con quién hablo, qué digo ni qué me dicen. Sólo tiene que saber dónde obtener el mensaje y cuánto le debo. Cuando mi identidad es revelada por el mecanismo de la transacción, no tengo privacidad. No puedo revelarme selectivamente; estoy obligado a revelarme siempre.

La privacidad en una sociedad abierta requiere sistemas anónimos para efectuar transacciones. Hasta ahora, los billetes y las monedas han sido. ese mecanismo de privacidad. Un sistema para transacciones anónimas no es un sistema para transacciones secretas. Un sistema anónimo ofrece a los individuos la posibilidad de revelar su identidad sólo cuando lo deseen; esta es la esencia de la privacidad.

La privacidad en una sociedad abierta requiere la criptografía. Si yo digo algo, quiero que lo oigan sólo aquellos a los que iba dirigido el mensaje. Si el contenido de mi discurso está al alcance de todo el mundo, no tengo privacidad. Encriptar es indicar que se desea la privacidad.

Encriptar con sistemas criptográficos débiles es indicar que no se tiene un gran interés en la privacidad. Además, revelar la propia identidad de forma que no hayan dudas requiere del sistema de firmas criptográficas.

No podemos esperar que los gobiernos, la corporaciones y otras grandes organizaciones nos garanticen la privacidad sin sacar beneficios de ello. A ellos les resulta beneficioso hablar de nosotros, y podemos esperar que lo harán. Intentar evitar sus discursos es luchar contra la esencia de la información.

La información no sólo quiere ser libre, anhela ser libre. La información se expande hasta ocupar todo el espacio disponible. La información es el primo más joven y más fuerte del Rumor. La información tiene más ojos, sabe más y entiende menos que el Rumor.

Tenemos que defender nuestra privacidad si es que queremos tenerla. Tenemos que unirnos y crear sistemas que permitan las transacciones anónimas. La gente ha estado defendiendo su privacidad durante siglos mediante susurros, oscuridad, sobres, puertas cerradas, apretones de manos en clave y mensajeros. Las tecnologías del pasado no permitían una encriptación fuerte, pero las actuales sí.

Nosotros, los cypherpunks, nos dedicamos a construir sistemas anónimos. Defendemos nuestra privacidad con criptografía, con sistemas de envío anónimo de e-mail, con firmas electrónicas y con dinero electrónico.

Los cypherpunks programan. Sabemos que alguien tiene que escribir software para defender la privacidad, y puesto que no podemos obtener privacidad hasta que todos la tengamos, vamos a programar. Publicamos nuestro código de manera que nuestros compañeros cypherpunks puedan practicar y jugar con él. Nuestro código es gratis para que todo el mundo pueda usarlo. No nos importa si no apruebas el software que escribimos. Sabemos que el software no puede ser destruido y que un sistema ampliamente disperso no puede cerrarse.

Los cypherpunks deploran las regulaciones en criptografía, pues la criptografía es fundamentalmente un acto privado. El acto de encriptar, de hecho, retira la información del dominio público. Incluso las leyes contra la criptografía no pueden ir más allá de las fronteras nacionales y de su brazo armado. La criptografía va a extenderse ineludiblemente por todo el mundo, y con ella los sistemas de transacciones anónimas que la hacen posible.

Para que la privacidad se extienda, tiene que formar parte de un contrato social. La gente tiene que unirse y usar estos sistemas para el bien común. La privacidad sólo se extenderá mientras los miembros de la sociedad cooperen entre sí. Nosotros, los cypherpunks, esperamos vuestras preguntas y vuestras preocupaciones y esperamos comprometerte para que no nos autoengañemos. Sin embargo, no pensamos apartarnos de nuestro camino sólo porque algunos no estén de acuerdo con nuestras metas.

Los cypherpunks estamos activamente comprometidos con el logro de redes más seguras para la privacidad. Trabajemos juntos.

Adelante.

Eric Hughes, 9 de Marzo de 1993.

Subscribe to Federico Ast
Receive the latest updates directly to your inbox.
Verification
This entry has been permanently stored onchain and signed by its creator.