Esta es una versión traducida y adaptada del texto “Credible Neutrality As A Guiding Principle” publicado por Vitalik Buterin el 3 de enero de 2020.
Considera lo siguiente:
Una posible reacción ante algunas de esas situaciones es exclamar “¡Te capturé!” y ponerse orgulloso por haber desenmascarado a un hipócrita. Y, por supuesto, a veces esta reacción es correcta. En mi opinión, es un error tratar a los impuestos de carbono como una forma de intervencionismo estatal mientras consideramos a la ejecución de los derechos de propiedad por parte de esos mismos gobiernos como la ejecución de una ley natural.
También es un error tratar a los mineros que aseguran una blockchain como trabajadores que están haciendo una tarea termodinámica realmente digna de compensación mientras que se trata a cualquier intento de compensar a los desarrolladores que trabajan en mejorar el código de una blockchain como si fuese un acto de “imprimir dinero gratis”.
Aunque los intentos de sistematizar nuestras intuiciones a veces terminan mal, las intuiciones morales profundas que nos generan estas situaciones rara vez carecen de todo valor. En estos casos, creo que hay un principio muy importante en juego. Un principio que probablemente se convierta en una clave en el discurso sobre cómo construir instituciones eficientes, pro libertad, justas e inclusivas para gobernar las diferentes esferas de nuestras vidas.
Ese principio es el siguiente: cuando construimos mecanismos que deciden resultados de mucha importancia, es muy importante que estos mecanismos sean creíblemente neutrales.
Primero, ¿qué es un mecanismo? Aquí usaré el término de manera similar a como se lo utiliza en la literatura de teoría de los juegos cuando se habla de diseño de mecanismos: esencialmente, un mecanismo es un algoritmo más incentivos. Un mecanismo es una herramienta que toma inputs de muchas personas y los utiliza para determinar resultados sobre los valores de los participantes, para tomar cierto tipo de decisión que a la gente le importa.
En un mecanismo que funciona correctamente, la decisión tomada por el algoritmo es tanto eficiente - en el sentido de que es la mejor decisión posible dadas las preferencias de los participantes - como compatible con incentivos, en el sentido de que la gente tiene un incentivo a participar “honestamente”.
Veamos algunos ejemplos de distintos tipos de mecanismos:
Estamos entrando en una era de la información híperconectada, híperintermediada y en rápida evolución, donde las instituciones centralizadas están perdiendo la confianza del público y la gente está buscando alternativas.
Como tales, diferentes formas de mecanismos – como una forma de agregar inteligentemente la sabiduría de las masas (y separarla de la también siempre presente no sabiduría de las masas) – es probable que crezcan más y se vuelvan más relevantes a cómo interactuamos.
Ahora, hablemos de esta idea importante de “neutralidad creíble”. Esencialmente, un mecanismo es creíblemente neutral si, con sólo ver el diseño, es fácil darse cuenta de que el mecanismo no discrimina a favor ni en contra de ninguna persona específica. El mecanismo trata de todos de manera equitativa (en la medida en que sea posible tratar de manera equitativa a la gente en un mundo donde las capacidades y necesidades de las personas son tan diferentes).
“Cualquiera que mine un bloque recibirá una recompensa de 2 ETH” es creíblemente neutral. “Bob obtendrá 1000 monedas porque sabemos que ha escrito mucho código y deberíamos recompensarlo” no lo es.
“Cualquier post que cinco personas denuncien como malo no será mostrado” es creíblemente neutral. “Cualquier post que nuestro equipo de moderación decida que tiene un prejuicio contra la gente de ojos azules no será mostrado” no lo es.
“El gobierno ofrecerá un monopolio limitado de 20 años a cualquier invento” es creíblemente neutral (aunque hay serios desafíos en determinar qué inventos deberían calificar). “El gobierno ha decidido que curar el cáncer es importante, y por eso ha decidido nombrar un comité para distribuir mil millones de dólares entre personas que intenten curar el cáncer” no lo es.
Por supuesto, la neutralidad nunca es total. Las recompensas de bloque discriminan a favor de aquellos con contactos especiales que les dan acceso a equipos y electricidad barata. El capitalismo discrimina a favor de los intereses concentrados y los ricos, y contra los pobres y los que dependen fuertemente de los bienes públicos.
El discurso político discrimina contra cualquier cosa que se encuentre en el lado equivocado del sesgo de deseabilidad social. Cualquier mecanismo que corrija por fallas de coordinación tiene que hacer ciertos supuestos sobre cuáles son esas fallas, y discriminar contra aquellos cuya coordinación subestima. Pero esto no niega el hecho de que algunos mecanismos son mucho más neutrales que otros.
Este es el motivo por el que la propiedad privada es tan efectiva: no porque sea un derecho que emana de Dios sino porque es un mecanismo creíblemente neutral que resuelve muchos problemas en la sociedad - está muy lejos de resolver todos los problemas, pero igualmente resuelve muchos.
Esto es por qué filtrar por popularidad es aceptable, pero filtrar por ideología es problemático: es más fácil acordar que un mecanismo neutral trata a todos de manera razonablemente equitativa que convencer a un grupo diverso de personas sobre alguna “lista negra” particular de ideas políticas.
Y esto es también por lo que las recompensas a los desarrolladores son vistas con mayor sospecha que las recompensas de minería: es más fácil verificar quién es un minero que verificar quién es un desarrollador, y la mayoría de intentos por identificar quién es un desarrollador son víctimas fáciles de acusaciones de favoritismo.
Es importante destacar que aquí no se trata sólo de neutralidad. Es neutralidad creíble. Es decir, no es sólo que el mecanismo no deba ser diseñado para favorecer a ciertos grupos de personas o para favorecer ciertos resultados sobre otros: también es crucialmente importante que el mecanismo sea capaz de convencer a un amplio y diverso grupo de personas de que al menos está intentando ser justo.
Mecanismos como las blockchains, los sistemas políticos y las redes sociales son diseñados para facilitar la cooperación entre grupos de personas amplios y diversos. Para que el mecanismo sea efectivamente capaz de servir como este sustrato común, todos los participantes deben ser capaces de ver que el mecanismo es justo, y todos deben ser capaces de ver que todos los demás también son capaces de ver que el mecanismo es justo, porque todos los participantes deben estar seguros de que los demás no abandonarán el mecanismo al día siguiente.
Necesitamos algo como el concepto del conocimiento común de teoría de los juegos - o, en términos menos matemáticos, una noción ampliamente compartida de legitimidad. Para alcanzar este tipo de conocimiento común, la neutralidad del mecanismo debe ser muy fácil de ver - tan fácil que incluso un observador relativamente poco educado debería poder verla, incluso en medio de un intento de propaganda hostil de hacer que el mecanismo parezca sesgado y poco confiable.
Hay cuatro reglas fundamentales para construir un mecanismo creíblemente neutral:
La regla 1 es fácil de entender. Para volver a nuestros ejemplos anteriores, “cualquiera que mine un bloque obtiene 2 ETH” es creíblemente neutral. “Bob obtiene 1000 monedas” no lo es. “Los votos negativos significan que un post será mostrado menos seguido” es creíblemente neutral. “El prejuicio contra gente de ojos azules significa que un post será mostrado con menos frecuencia” no lo es. “Bob” es una persona específica. “Prejuicio contra gente de ojos azules” es un resultado específico.
Ahora bien, Bob podría ser un gran desarrollador que haya hecho una contribución realmente valiosa al éxito de una blockchain y tal vez merezca realmente una recompensa. El prejuicio contra la gente de ojos azules es una idea que no queremos que se vuelva prominente. Pero en el diseño de mecanismos creíblemente neutrales, esos resultados deseados no deben estar escritos en el mecanismo. En su lugar, deben ser descubiertos de manera emergente a través de las acciones de los participantes.
En una situación de libre mercado, el hecho de que los productos de Charlie no son útiles mientras que los de David sí lo son es descubierto de manera emergente a través del sistema de precios: eventualmente, la gente deja de comprar los productos de Charlie, quien cae en bancarrota, mientras que David obtiene beneficios, puede expandirse y fabricar más productos. La mayoría de los bits de información del output deberían venir de los inputs de los participantes, no de las reglas incorporadas dentro del mismo mecanismo.
El punto 2 también es fácil de entender: las reglas del mecanismo deberían ser públicas y debería ser posible verificar públicamente que las reglas están siendo ejecutadas correctamente. Es importante aclarar que, en algunos casos, no quieres que los inputs o outputs sean públicos; este artículo estudia las razones por las que un muy elevado nivel de privacidad, donde ni siquiera puedes probar que participaste, con frecuencia es una buena idea. Afortunadamente, la verificabilidad y la privacidad pueden lograrse al mismo tiempo con una combinación de zero knowledge proofs y blockchains (ver aquí para más detalles).
El punto 3, la idea de simplicidad, es irónicamente la menos simple. Este post sobre la “planificación central como sobreajuste” desarrolla varios de los argumentos en mayor profundidad. Pero vale la pena resumirlo. Mientras más simple sea un mecanismo y mientras menos parámetros tenga, menos lugar hay para insertar privilegios ocultos a favor o en contra de algún grupo determinado. Si un mecanismo tiene 50 parámetros que interactúan de maneras muy complicadas, es probable que, para cualquier resultado deseado, seas capaz de encontrar parámetros que lleguen a ese resultado. Pero si un mecanismo tiene sólo uno o dos parámetros, esto es mucho más difícil.
Puedes crear privilegios para grupos muy amplios (“demagogos”, “los ricos”, etc.) pero no puedes poner por objetivo beneficiar o perjudicar a un grupo específico de gente. Además, tu capacidad de apuntar a resultados específicos se reduce con el tiempo, a medida que se va formando un “velo de ignorancia” más espeso entre tú en el momento A en que estás creando el mecanismo y la situación específica del grupo al que quieres beneficiar en el futuro momento B en el que quieres que se beneficie de manera desproporcionada del mecanismo.
Y esto nos lleva a la regla 4: no cambiar el mecanismo con demasiada frecuencia. Cambiar el mecanismo es un tipo de complejidad y también “reinicia el reloj” del velo de ignorancia, dándote la oportunidad de ajustar el mecanismo para favorecer a tus amigos y atacar a tus enemigos con la información más actualizada de la situación en la que esos grupos se encuentran ahora y cómo diferentes ajustes podrían afectarlos.
Una falacia común a las ideologías a las que me referí al comienzo es una especie de maximalismo extremo de la neutralidad: si no puede hacerse de manera completamente neutral, ¡entonces no debería hacerse en absoluto!
La falacia es que este punto de vista alcanza neutralidad en sentido estrecho al costo de la neutralidad en sentido amplio. Por ejemplo, puedes garantizar que cada minero estará en igualdad de condiciones que los otros mineros (12,5 BTC o 2 ETH por bloque) y que cada desarrollador estará en igualdad de condiciones con cualquier otro desarrollador (sin ninguna remuneración más allá de las gracias por su servicio público).
Pero, en esta situación, lo que sacrificas es que el desarrollo se volverá muy subincentivado en relación con la minería. Es improbable que el último 20% de los mineros contribuya más al éxito de un blockchain que sus desarrolladores, y eso es lo que este sistema de incentivos pareciera sugerir.
De manera más amplia, una sociedad necesita producir muchos tipos de cosas: bienes privados, bienes públicos, información de calidad, buenas decisiones de gobernanza, bienes que actualmente no valoramos pero que valoraremos en el futuro, y mucho más. Algunas de esas cosas son más fáciles de crear con mecanismos creíblemente neutrales que otras.
Si adoptamos una actitud puritana que sostiene que sólo son aceptables los mecanismos con neutralidad creíble extrema, entonces sólo serán resueltos aquellos problemas para los que estos mecanismos son fáciles de crear. Las otras necesidades de la comunidad no tendrán apoyo y la neutralidad en sentido amplio se verá resentida.
Por eso, el principio de neutralidad creíble debe complementarse con otra idea: el principio de eficacia.
Un buen mecanismo también resuelve los problemas que nos preocupan. Con frecuencia, esto significa que los desarrolladores de incluso los mecanismos más creíblemente neutrales deberían estar abiertos a las críticas: es muy posible que un mecanismo sea al mismo tiempo creíblemente neutral y terrible (como a veces se sugiere de las patentes).
A veces, esto significa que si un mecanismo creíblemente neutral aún no ha sido encontrado para resolver algún problema, un mecanismo imperfectamente creíblemente neutral debería ser adoptado en el corto plazo. Los “preminados” y las recompensas a desarrolladores son un ejemplo de esto. Utilizar métodos centralizados para detectar qué cuentas representan un humano único (cuando no hay métodos descentralizados para hacerlo) es otra forma de hacerlo.
De todas formas, es fundamental reconocer a la neutralidad creíble como algo muy valioso a lo que deberíamos aspirar en el tiempo.
Si nos preocupa que el uso de mecanismos imperfectamente neutrales pueda llevar a una pérdida de confianza o una captura política, hay formas de adoptar enfoques de “falla segura” para implementarlos. Por ejemplo, uno puede dirigir las comisiones de transacción en lugar de la emisión hacia el financiamiento para desarrolladores, creando una regla sobre cuánto financiamiento puede obtenerse. Pueden agregarse límites temporales o reglas donde las recompensas se van reduciendo y deben renovarse explícitamente. Uno podría implementar el mecanismo dentro de un sistema de “layer 2”, como un rollup o un ambiente de ejecución de ETH2, que tiene algún lock-in de efectos de red, pero que pueda ser abandonado con un esfuerzo de coordinación si el mecanismo se vuelve nefasto. Cuando prevemos una posible restricción en la “voz”, podemos mitigar los riesgos aumentando la libertad de “salida”.
Los mecanismos creíblemente neutrales para resolver muchos tipos de problemas existen en teoría, y necesitan ser desarrollados y mejorados en la práctica. Algunos ejemplos incluyen:
Aún no sabemos qué versiones de esta clase de ideas van a funcionar y necesitaremos muchas rondas de experimentación para saber qué tipos de reglas llevan a buenos resultados en distintos contextos. La necesidad de que las reglas de los mecanismos sean abiertas, pero al mismo tiempo resistentes a ataques, será un desafío especial, aunque hay avances criptográficos que permiten tener reglas y ejecución abiertas y resultados verificables en conjunción con inputs privados.
Sabemos en principio que es perfectamente posible desarrollar esos conjuntos de reglas de manera robusta - como mencioné más arriba, ya lo hemos hecho en un conjunto de situaciones.
Pero a medida que crece la cantidad de marketplaces intermediados por software en los que confiamos, se vuelve más importante asegurarnos de que esos sistemas no terminarán dando el poder a unos pocos - ya sea los operadores de esas plataformas o incluso fuerzas más poderosas que los terminen capturando - y en su lugar crear sistemas de reglas de neutralidad creíble que todos podamos apoyar.