A menudo escuchamos la narrativa de que las shitcoins son simplemente estafas, y que debemos mantenernos alejados de ellas, ya que solo traen consecuencias negativas tanto para sus usuarios como para el ecosistema de Ethereum. Sin embargo, creo que hay más aspectos a considerar en esta historia.
En este artículo, me gustaría compartir por qué es importante arrojar luz sobre lo que realmente representan las shitcoins, ya que esto nos permitirá fortalecer la cultura de Ethereum. Espero poder brindarles una perspectiva equilibrada, ya que he tenido experiencias muy diversas en el mundo web3. He recibido apoyo de organizaciones reconocidas, como la Ethereum Foundation y los RetroPFG de Optimism. Actualmente, también trabajo en Scroll, otro proyecto destacado. Sin embargo, también he participado desarrollando y contribuyendo en los ecosistemas más shit y degenerados que se puedan imaginar.
Muchos dirán que las shitcoins atraen a los degens nihilistas, adictos a la dopamina y a las apuestas. Y honestamente, estoy de acuerdo con eso. Al entrar en cualquier grupo de telegram de algún token degenerado podemos observar el comportamiento usual de muchos de los holders.
Además, es común escuchar críticas sobre la falta de sostenibilidad de mecanismos como el Liquidity Farming. Se argumenta que estas economías, o más bien "ponzynomics", solo benefician a los primeros compradores y promueven una mentalidad individualista e hiper-capitalista. Personalmente, también estoy de acuerdo con estas preocupaciones.
También es válido señalar que las "shitcoins" a menudo desvían la atención y la liquidez de los avances significativos en áreas importantes, como ZK, Public Goods, Sharding, entre otros.
Considero que es importante seguir resaltando estos aspectos negativos de las shitcoins. Esto nos permitirá proteger a los nuevos usuarios de caer en estafas y nos brinda la oportunidad de participar en estos proyectos con pleno conocimiento de los riesgos y las implicaciones negativas que conllevan.
No en su totalidad.
A pesar de los riesgos conocidos, atraen a muchos usuarios. Esto puede ser debido a que son protocolos altamente interactivos, brindan un sentido de comunidad y permiten a los usuarios controlar sus activos de manera transparente a través del código en los contratos inteligentes.
Además, las shitcoins representan una forma fresca de expresar la incomodidad con los sistemas económicos actuales. Son una crítica y una sátira. Al comprar y vender estas monedas, estamos expresando nuestro descontento con el sistema monetario tradicional y mostrando nuestro interés en experimentar con modelos alternativos.
El aspecto positivo de las shitcoins que encuentro más interesante es su contribución a la innovación. Esto se debe a que el ambiente libre de expectativas y de rigidez que proveen las shitcoins es ideal para la innovación. Es difícil tomar en serio proyectos como "Floki Inu", "HarryPotterObamaSonicInu (ticker: BITCOIN)" o colecciones de NFT como “Just Bricks”, esto brinda la oportunidad a los creadores de experimentar con las ideas más locas. Esto es importante porque la innovación que surge en estos entornos puede servir como base para proyectos que realmente ofrecen utilidad a largo plazo. Un ejemplo de esto es Lido, un proyecto revolucionario que actualmente brinda una gran utilidad y que utiliza tecnologías de rebase que se probaron en proyectos extremadamente degenerados como Safemoon.
Es importante ver las shitcoins desde diferentes ángulos y reconocer que no son inherentemente buenas ni malas, sino una combinación de ambas. Esta perspectiva nos permite encontrar un equilibrio en el futuro del ecosistema y en los proyectos en los que decidamos participar.
Es importante aplicar esta mentalidad no solo a las shitcoins, sino también a otros temas complejos dentro de web3, como el MEV (extracción de valor en las transacciones), PoS (prueba de participación) vs PoW (prueba de trabajo), L2 (capa 2) vs Appchains (cadenas de aplicaciones), entre otros.
Al abordar estos temas con una mirada equilibrada, podemos comprender mejor las diversas perspectivas y considerar los beneficios y los desafíos que cada enfoque conlleva. Esto nos permite tomar decisiones más informadas y trabajar hacia soluciones que promuevan un ecosistema web3 más sólido y sostenible en el futuro.