Esta es una de mis historias más recientes, hace algún tiempo adopte a un cachorro, decidí ponerle por nombre “Freude”, debido a que su significado en alemán es “La alegría o alegría”, han sucedido bastantes cosas lindas con él, pero hubo un tiempo, donde tuve que educarlo junto con mi novia, no era tarea fácil, era algo complejo el lograr cambios exitosos en “Freude”, yo no era muy diestro para educarlo y mis acciones quizás, lo llenaban de miedo constante, (su mirada de temor me partía el alma en silencio) el creció, no mucho, pero ha cambiado, no del todo, pero las acciones que hacía a los 3 o 4 meses de edad, ya no las hace, hace otras, seguimos avanzando con su proceso. Ahora tiene casi 3 años, en ocasiones manifiesta algunos miedos inclementes, que llegan a ser evidentes, todo esto me lleva a pensar en algunos textos bíblicos donde lees que sean llenos del espíritu santo y algunas situaciones cotidianas donde comparo, lo que menciona la biblia y noto como algunos se llenan su cuerpo de sustancias que los llevan a perder el control y no solo hablo de farmacodependientes, algunos nos llenamos de pensamientos incorrectos, algunos otros de emociones incorrectas, pero es notable que de lo que te llenes, afectara tus expresiones, pensamientos y aun, decisiones, Freude, se llenaba de miedo, al punto de que este controlaba sus acciones, su mirada y su accionar.