La gestión ineficaz de residuos electrónicos, comúnmente conocido como e-waste, es un desafío creciente que amenaza tanto al medio ambiente como a la salud pública. La rápida obsolescencia de dispositivos electrónicos, desde teléfonos inteligentes hasta electrodomésticos, genera enormes cantidades de desechos tóxicos que, si no se manejan adecuadamente, pueden tener efectos devastadores.