Al igual que en las finanzas tradicionales, las transacciones realizadas en finanzas descentralizadas (DeFi), sea para transacciones sencillas entre partes o para utilizar instrumentos financieros, pueden resultar en disputas entre las partes. En un mundo ideal, estas disputas se resolverían entre las partes sin tener que llevar el caso a una corte, pero desafortunadamente no necesariamente tendría que ser el caso, las partes tienen derecho de llevar la disputa a una corte off-chain. Esto claramente entraría en conflicto con el ethos detrás de crypto, DeFi, web3 y todas esas palabras que se están poniendo tan de moda para describir protocolos que se construyen sobre blockchains públicos, como Ethereum. La idea de crypto es crear un sistema financiero alterno, que sea independiente del estado, podemos discutir por horas los beneficios o desventajas de esto, pero no es el punto, el punto es que toda intervención del estado en crypto resulta en ineficiencias en un mercado que busca ser lo más eficiente y autónomo posible. Por esto mismo, están surgiendo varios protocolos de resolución alternativa de disputas (ADR) “on-chain”, es decir, en el blockchain.