Identity refers to who we are and demonstrate to be. In the traditional world, these aspects are not understood in that way, and other criteria are used given the need to generate trust with the counterparts with whom we interact. The digital world allows for a rethinking.
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Traditionally, the formation of identity is often interpreted by:
Biological traits: such as gender and visual aspects (skin color, height, etc.).
Third-party decision traits: name and surname (decision of your parents), nationality (decision of those as well, where they give birth), governmental ID (from a bureaucratic government system).
If identity reflects who you are and demonstrate to be in a certain context, the above definition is obsolete.
In the digital world, we can see:
LinkedIn: Name Luciano Padovani. Mode of interaction: professional-work.
Twitter: Name Lucianito. Mode of interaction: informal but moderated.
Reddit: Name anonimoargentino. Mode of interaction: free with varied but not professional purposes.
People sometimes seek to maintain their identity preserved and separate. But if all people seek is freedom (as explained here), why couldn't anonimoargentino get a job? Why couldn't they unify the reputation they build on each site, in one place, generating a higher level of information about their identity to their counterpart?
Because traditionally, trust required the format of traditional identity.
Taking this into account, people can manage multiple identities on the internet, but can they generate trust without detailing aspects of their traditional identity?
That is to say: if I don't disclose the governmental ID, the name given to me by my parents, my gender, and nationality (biological issues), am I someone trustworthy?
In the process of building trust with traditional mechanisms within the digital era, institutions are responsible for determining that we are not lying: validating who we are (in traditional terms) and whether we are truly who we claim to be, professionally or culturally. This gives greater power to the intermediary.
For example: we trust that Uber validated the driver's license, and that Airbnb demonstrated that the owner is a good host.
The power lies with the trusted intermediary, who is responsible for showing our counterpart who we are through the mechanism of traditional identity.
Additionally, traditionally the authorship of an action (deed or work) and the ownership of an asset are demonstrated by such intermediary. If a professional develops an algorithm or a person owns a house, both things are validated through an authorized entity to guarantee the patent and the title of ownership respectively.
Currently, blockchain technology allows demonstrating the authorship of actions and ownership in the digital world thanks to 2 aspects:
Private key: each digital action has a signer, and this can be demonstrable without the need for a single validating intermediary.
Timestamp: actions have a verifiable date on which the deed occurred.
This allows for digital footprints in which the digital identity that triggered it can be verified, at what time, and if there is a digital asset, its originality can be verified and in whose hands the identity is found, all without the need for a single validating intermediary.
In summary, in the traditional aspect, identity includes concepts that are not defined by who one demonstrates to be, which, when brought into the digital environment, is partitioned because there are different intermediaries validating "who you are" to grant trust to your counterpart, generating an identity per platform and giving power to each intermediary.
But currently, we have mechanisms for an identity to generate trust in the digital environment without the need for unique intermediaries or revealing aspects such as gender, nationality, or governmental ID, generating a new concept in the definition of identity which includes a greater degree of freedom and power in the hands of individuals, with similar (or even higher) levels of trust.
Thus, in Prutopia, the individual can demonstrate with their actions (validated by various trusted third parties) who they are, regardless of the aspects of traditional identity detailed above. For this reason, the new concept of identity allows for greater freedom.
La identidad refiere a quién somos y demostramos ser. En el mundo tradicional, esos aspectos no son entendidos de esa forma y se utilizan otros criterios dada la necesidad de generar confianza a las contrapartes con las que interactuamos. El mundo digital permite una reconcepción.
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Tradicionalmente, la conformación de la identidad suele ser interpretada por:
Rasgos biológicos: como el género y aspectos visuales (color de piel, altura, etc.)
Rasgos de decisión de terceras partes: nombre y apellido (decisión de tus padres), nacionalidad (decisión de aquellos también, en donde dan a luz), ID gubernamental (de un sistema burocrático de gobierno)
Si la identidad refleja quién eres y demuestras ser en determinado contexto, la definición anterior es obsoleta.
Llevandolo al mundo digital, podemos ver:
LinkedIn: Nombre Luciano Padovani. Modo de interacción: profesional-laboral.
Twitter: Nombre Lucianito. Modo de interacción: informal pero moderado.
Reddit: Nombre anonimoargentino. Modo de interacción: libre con finalidad variada pero no profesional.
La persona en ocasiones busca mantener su identidad preservada y separada. Pero si todo lo que buscan las personas es libertad (tal cómo se explica aquí), ¿por qué no podría anonimoargentino conseguir trabajo? ¿Por qué no podría unificar la reputación que construye en cada sitio, en un mismo lugar, generando mayor nivel de información sobre su identidad a su contraparte?
Porque tradicionalmente para la confianza se necesitó el formato de identidad tradicional.
Teniendo esto en cuenta, las personas pueden administrar múltiples identidades en internet, ¿pero pueden generar confianza sin detallar aspectos de su identidad tradicional?
Es decir: si no digo el ID gubernamental, el nombre que me asignaron mis padres, mi género y nacionalidad (cuestiones biológicas), ¿soy alguien confiable?
En el proceso de generar confianza con mecanismos tradicionales dentro de la era digital, las instituciones se encargan de determinar que no mentimos: validando quiénes somos (en términos tradicionales) y si profesional o culturalmente realmente somos quién decimos ser. Eso da un mayor poder al intermediario.
Por ejemplo: confiamos en que Uber validó la licencia del chofer, y en que Airbnb demostró que el propietario es un buen anfitrión.
El poder lo tiene el intermediario de confianza, que se encarga de demostrar a nuestra contraparte quiénes somos mediante el mecanismo de identidad tradicional.
Además, tradicionalmente la autoría de una acción (hecho o trabajo) y la propiedad de un activo es demostrada por tal intermediario. Si un profesional desarrolla un algoritmo o una persona es dueña de una casa, ambas cosas son validadas a través de un ente autorizado para garantizar la patente y el título de propiedad respectivamente.
Actualmente, la tecnología blockchain permite demostrar la autoría de las acciones y la propiedad en el mundo digital gracias a 2 aspectos:
Clave privada: cada acción digital tiene un firmante, y esto puede ser demostrable sin necesidad de un único intermediario validador.
Marca temporal: las acciones tienen una fecha comprobable en la que sucedió el hecho.
Esto permite huellas digitales en las que se puede comprobar la identidad digital que la accionó, en qué momento, y si hay un activo digital se puede verificar su originalidad y en manos de qué identidad se encuentra, todo sin necesidad de un único intermediario validador.
En síntesis, en el aspecto tradicional la identidad contempla conceptos que no se definen por quién uno demuestra ser, que llevada al entorno digital se particiona debido a que existen diferentes intermediarios validando “quién sos” para otorgar confianza a tu contraparte, generando una identidad por plataforma y dandole el poder a cada intermediario.
Pero actualmente tenemos mecanismos para que una identidad pueda generar confianza en el entorno digital sin necesidad de intermediarios únicos ni de revelar aspectos como su género, nacionalidad o ID gubernamental, generando una nueva concepción en la definición de identidad la cual contempla un mayor grado de libertad y poder en manos de las personas, con similares (o aún más elevados) niveles de confianza.
De esta forma, en Prutopia la persona puede demostrar con sus acciones (validadas por diversos terceros de confianza) quién es, sin importar los aspectos de identidad tradicional detallados anteriormente. Por esto el nuevo concepto de identidad permite una mayor libertad.